Por: José Manuel Mota Fernández

El día de ayer terminó la primera edición de Torneo de Copa Femenil que sirvió como un programa piloto para la instauración del balompié femenil en nuestro país. Fueron tres días que dejaron la puerta abierta y la invitación para que los equipos que decidieron no formar un equipo lo hagan y se haga el torneo de liga.

Pasaron exactamente cuatro meses y 29 días para que se diera la patada inicial luego de que la primera edición se pospusiera, ya que según la Liga MX y la FMF se llevaría a cabo a principios del mes de abril, pero la falta de preparación y de equipos provocaron que este no se diera y se jugara un mes después.

Las mujeres, están en un momento crítico, según El Universal, seis mujeres son asesinadas en México al día, además de que la competencia se llevó a cabo en Toluca, en las nuevas oficinas de la FMF y se debe tomar en cuenta que el Estado de México es un “foco rojo”, pues del 2005 al 2013, mil 767 mujeres fueron víctimas de estos atroces hechos y una gran parte fue de adolescentes de entre 15 y 17 años, edad promedio de este torneo.

En cuanto a futbol, demostraron muchas cosas, una de ellas, y quizá la más importante, es la lealtad con la que disputaron todos y cada uno de los balones y otra cosa muy importante es que dejaron a un lado el interés económico y dejaron todo dentro de la cancha, no como los hombres profesionales que cada día dejan más que desear.

Que siga el futbol femenil en nuestro país y que los equipos sirvan como un semillero para Selección Nacional y que se tomen más en cuenta al talento formado en México que en Estados Unidos como pasó en el Mundial Sub-17 donde más de la mitad de las jugadoras eran nacidas y formadas en Norteamérica.

Otro cosa a rescatar es un posible fin de la dinastía Cuellar, que ha tenido secuestrado al futbol femenil de México desde hace mucho tiempo y los resultados nada más no los han acompañado. Ahora Leonardo Cuellar quedó en el tercer lugar del torneo con América y el fracaso una vez más caminó de la mano del ex futbolista, mientras que Pachuca ganó con una entrenadora que nunca jugó futbol a nivel profesional.

Enhorabuena por la Liga MX y la FMF que hicieron este torneo, ya que las futbolistas mexicanas no tendrán que irse a otro país para intentar hacer lo que más les gusta, tal y como lo dijo Lucía Rodríguez, mediocampista de Pumas, al término del partido contra América, misma que dijo que de no haber sido por esta oportunidad ella y muchas otras iban a probar suerte en los Estados Unidos o en otro país que si recibiera apoyo.

Muy bien por Pachuca que dominó de principio a fin la competencia y que ahora es el primer campeón del torneo, además de que terminaron con cuatro ganados de cuatro jugados, así como una diferencia de 22 goles a favor, producto de 27 tantos anotados y solo cinco recibidos.

Por último y no menos importante, va a servir para que las seleccionadas de las categorías inferiores tengan juego, ya que todos los equipos tenían al menos una jugadora que ya había representado a nuestro país en las competencias internacionales.