Por: Gabriela Espinoza

El escritor mexicano Hugo Gutiérrez Vega murió la noche de ayer, a consecuencia de una prolongada enfermedad, por lo que la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México lamentó profundamente su fallecimiento, ya que en la XIV Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México 2014, con el poema “Suite de doncella”, dedicado a su esposa Lucinda,  se le conmemoraron sus 80 años de vida.

En 2011 fue elegido como miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y fue llamado para recibir la Medalla de oro por el Instituto Nacional de Bellas Artes, así como el Premio Nacional de Periodismo “Carlos Septién García”, en 2012. A sus 81 años de edad  escribió más de 35 libros de poesía traducidos a 10 idiomas, otros 13 en prosa, además de múltiples ensayos.

“El poeta no es ni mucho menos un místico o un ser especial sino es una persona que canta lo que a todos pertenece, y que a su manera está dotado de una cualidad que a él le pertenece, como el zapatero está dotado de otra cualidad” expresó Hugo Gutiérrez Vega, quien dejo su legado de poesías: Georgetown blues y otros poemas (1987), Los soles griegos (1989), Nuevas peregrinaciones (1994), Los pasos revividos (1997), Lecturas, navegaciones y naufragios (1999), Esbozos y miradas del bazar de asombros (2006) y Antología con dudas (2007).

También publicó las obras Información y sociedad  (1974), Cuando el placer termine (1977) y Las peregrinaciones del deseo. Colaboró  en el periódico La Jornada  con el suplemento La Jornada Semanal. Se desempeñó como catedrático de las Facultades de Ciencias Políticas y Sociales y Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad Autónoma de Querétaro, donde llegó  a ser rector de la universidad en 1966 a 1967.

En 1975 con el libro Cuando el placer termine, le otorgaron el Premio de Letras de Jalisco, en 1994. Y se le reconoció con el Premio Nacional de Periodismo en Difusión Cultural, en 1999, así como el Premio Iberoamericano de Poesía “Ramón López Velarde”, en 2001 y el Premio Xavier Villaurrutia en poesía, en 2002 por la obra Peregrinaciones.

El diplomático, poeta, catedrático y abogado, que colaboró como embajador de México en Grecia entre los años 1987-1994 y fue miembro del servicio exterior mexicano y trabajó para el estado mexicano por más de treinta y cinco años, decía “dos veces vimos ya la misma arena. Nunca somos los mismos. Es tiempo, amada gente, de largarnos”.

El escritor Hugo Gutiérrez Vega de Guadalajara, Jalisco, será recordado por sus obras, premios y frases como “un cuerpo dormido nos entrega la paz del mundo. Me voy sin hacer ruido. Te dejo en el país construido por el sueño. Al irme siento que sonríes” y “Queda este enorme cansancio, la débil certeza de no saber nada, de no querer ya nada”.