• “La brecha digital se puede combatir con programas de alfabetización y alianzas gobierno-iniciativa privada”, señaló el director de Telecomunicaciones de la DGTIC de la UNAM, Leopoldo Vega Correa.

Por: Redacción/

De acuerdo con la Asociación de Internet MX, el número de internautas en nuestro país en 2021 ascendió a 84.1 millones. En el mundo se estima que cerca de cinco mil millones de personas cuentan con internet; sin embargo, el acceso es desigual ya que mientras en Norteamérica es de 94.6 por ciento, en África apenas alcanza 39.3 por ciento; en América Latina el porcentaje promedio es de 68.9 por ciento.

Así lo señala el director de Telecomunicaciones de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC) de la UNAM, Leopoldo Vega Correa, quien explica que en nuestro país y en el orbe hay desigualdades significativas que implican la imposibilidad para millones de personas de ejercer derechos fundamentales. “A todos nos queda claro que las tecnologías de la información han permeado todas las fases de la vida humana y son la base para ejercer derechos como el de la libertad de expresión o la educación”.

Con base en el 17º Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2021 de la citada Asociación, en el grupo de mayores de 55 años cerca de la mitad carece de acceso a la supercarretera de la información; lo que significa que en ese sector está concentrado el grupo mayoritario de las personas con brecha digital. Por lo tanto, hay una necesidad urgente de atenderlo, tomando en cuenta la ciberseguridad.

Las telecomunicaciones juegan el papel de habilitador de otras prerrogativas y es tal su importancia que en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se señala: “el Estado garantizará el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e internet”. Para ello, establecerá condiciones de competencia efectiva en la prestación de los servicios.

No obstante, la brecha digital consiste en carecer de internet y en la incapacidad para usarlo. Por lo anterior, “se van generando desigualdades que desafortunadamente pegan a los grupos menos favorecidos y a las poblaciones más pequeñas; en las grandes ciudades tenemos acceso al servicio, pero en las localidades de pocos habitantes el interés económico es menor para proveerlo”.

Los rezagos crecen y con ello se generan nuevas desigualdades, como la tecnológica, explica con motivo de la celebración –el 17 de mayo– de los días mundiales de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información; y de Internet.

Para 2030, recalca, se tienen diferentes metas por parte de la ONU para la inclusión digital o acceso igualitario a las tecnologías, que permitan un mundo más comunicado, pero también con menores grietas. “Hay iniciativas que nos hablan de esto, de una serie de esfuerzos de convergencia tecnológica, de la facilidad que deben tener todos los servicios”.

En nuestro país, 92 por ciento de los usuarios usa como dispositivo de conexión un teléfono inteligente; 45.2, computadora; 24.4, televisor inteligente; 14.4, tableta; y 4.4 consola de videojuegos, entre otros.

Vida digital

Las nuevas generaciones emplean las herramientas de comunicación para socializar; nuestros ingresos están soportados por datos electrónicos y podemos tener una cita médica a distancia. En los últimos años es notable la evolución del conocimiento y uso de internet.

El ámbito educativo no es ajeno a esa evolución. Debido a la pandemia, sobre todo, surgió la necesidad de continuar con la formación de las nuevas generaciones: la herramienta más sencilla para lograrlo fue la videoconferencia, la comunicación síncrona (la que permite interactuar en el momento), pero no es la única.

También existen plataformas de enseñanza a distancia, como los ambientes de aprendizaje, que facilitan aprender no sólo de manera síncrona, sino depositar materiales y tener actividades para que el estudiante se autocapacite y se autoevalúe; se trata de otros modelos de aprendizaje constructivista, donde los alumnos generan las experiencias que les permiten adquirir nuevos conocimientos, refiere el experto.

Todo el tiempo surgen nuevas tecnologías; algunas como las de realidad virtual y los metaversos (mundos virtuales donde ya no existimos como personas, sino una representación nuestra en la red) seguramente van a permear a la educación en el futuro, considera Vega Correa.

La innovación continuará y las tecnologías seguirán en evolución. Seguramente tendrán un papel principal las que ahora vemos como emergentes, por ejemplo la 5G o Wi-fi 6, para facilitar mayor acceso a internet en cuanto al número de dispositivos conectados, además de alcance y cobertura.

La primera es un esfuerzo inicial y debemos recordar que, como otras, tardará un tiempo en madurar; se integra primero en los equipos llamados de alta gama. Poco a poco se hará más popular hasta alcanzar a las localidades alejadas.

Alianzas gobierno e IP

Disminuir la brecha digital es difícil, reconoce el universitario, pero hay iniciativas para llegar a las poblaciones menos favorecidas. El aislamiento, la incomunicación, las barreras relacionadas con el desconocimiento de estas tecnologías podrían atacarse a través de programas de alfabetización digital, con alianzas entre el gobierno y la iniciativa privada para proveer de servicios a las diferentes poblaciones, aun cuando los beneficios económicos no sean lo esperado para las entidades comerciales.

En otros países, por ejemplo, hay acceso libre al menos a los servicios básicos de internet. Los esfuerzos deben ser coordinados por la acción y política gubernamentales, recalca Leopoldo Vega.

El Día Mundial de las Telecomunicaciones se celebra el 17 de mayo a partir de 1969 para conmemorar la fundación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la firma del primer Convenio Telegráfico Internacional, en 1865, rememora el integrante de DGTIC.

En noviembre de 2005 la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información pidió a la Asamblea General de las Naciones Unidas que declarara el 17 de mayo Día Mundial de la Sociedad de la Información para llamar la atención sobre la importancia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (las llamadas TIC) y las numerosas cuestiones relacionadas con la sociedad de la información. La Asamblea General adoptó, en marzo de 2006, la resolución respectiva.

En noviembre de ese año la Conferencia de Plenipotenciarios de la UIT decidió celebrar el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, el 17 de mayo.

En tanto que el Día Mundial de Internet se conmemoró por primera vez el 25 de octubre de 2005; un mes después se decidió trasladarlo a dicha fecha de mayo. La meta es conjuntar el esfuerzo de las naciones para garantizar el acceso de todas las personas a las nuevas tecnologías.

En 2022 el tema del Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información es “Tecnologías digitales para las personas de edad y el envejecimiento saludable”. Al respecto, el universitario recalca que también en esta población hay una brecha y se debe hacer hincapié en la importancia de su alfabetización digital.

Al concluir, Leopoldo Vega recalca que no podemos sustraernos de la utilización de la tecnología, pero como seres sociales debemos tener cercanía y convivir con otras personas no sólo a través de una pantalla. “Démonos tiempo de vernos cara a cara”.