Por: Redacción/

El Gobierno Federal y el sector empresarial deben dejar sus diferencias de lado y trabajar unidos para establecer políticas públicas eficientes que permitan paliar la emergencia sanitaria derivada de la pandemia por COVID-19, coincidieron senadoras y senadores de diferentes fracciones parlamentarias.

En una de las mesas de diálogo virtual, organizadas por el Consejo Coordinador Empresarial denominada “Apoyo del Sector Privado al Sector Salud”, integrantes del Senado de la República coincidieron en que la reactivación de las empresas debe estar acompañada de una reorientación de su trabajo hacia la producción de insumos de salud mientras termina la crisis.

En su participación, la senadora Sylvana Beltrones Sánchez, del Grupo Parlamentario del PRI, urgió construir un sistema de salud integral, de calidad y al alcance de todos. Agregó que México es uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que destina recursos al sector salud; además, tenemos una red de 2.3 médicos por cada mil habitantes, menos que la media establecida por dicha organización.

Explicó que un sistema ideal de salud es aquel que tiene la capacidad de atender la demanda de la población, sin embargo, los sistemas nacionales de salud pública y privada, no están a la altura de las necesidades de la ciudadanía. “El sistema público está en decadencia y es insuficiente; el privado es caro y sus servicios no son accesibles para toda la gente”, apuntó.

Afirmó que la subrogación es un camino eficiente y eficaz para mejorar los servicios de salud, por lo que ahí deben ir encaminadas las propuestas. Además, destacó la labor del sector empresarial en la prevención y promoción de la salud, especialmente de la industria farmacéutica ante el desabasto de medicamentos que enfrentamos actualmente. “El gobierno debe trabajar de la mano del sector empresarial”, sentenció.

El senador Miguel Ángel Navarro Quintero, presidente de la Comisión de Salud e integrante de Morena, indicó que estamos anta una situación en la que debemos actuar con completa responsabilidad, por lo que el gobierno y el sector empresarial deben dejar sus diferencias a un lado a favor de la ciudadanía. “La salud debe estar sobre cualquier tipo de interés”, sentenció.

Aseguro que ni el Estado ni el mercado pueden resolverlo todo, pero si se unen ambos podrían construir políticas eficientes y eficaces por el bien de la sociedad. “No podemos permitir de ninguna manera el choque entre gobierno y empresarios”, sentenció.

Apuntó que nuestro país debe buscar la autosuficiencia en materia de salud, pues se debe dejar de buscar los insumos médicos en otras latitudes del mundo lo que podemos desarrollar en México a través de la industria farmacéutica y la innovación tecnológica. “Es momento de repensar como podemos volver a fortalecer a nuestro país”, puntualizó.

A su vez, la senadora Alejandra Noemí Reynoso Sánchez, de la bancada del PAN, dijo que el mundo está librando una guerra contra la pandemia por COVID-19 que no terminará pronto, por lo que una adecuada planeación es indispensable. “Cuando se habla de la industria de guerra, es buscar la reorientación o reconversión de la industria”, puntualizó.

Consideró urgente la reactivación de la industria textil para reconvertir estas y otras fábricas en centros de producción de insumos sanitarios; además, añadió, se deben descentralizar las compras del ramo de salud para beneficiar a los pequeñas y medianas empresas. “Las compras centralizadas, consolidadas y de una sola dependencia, han costado no solamente vidas, sino también la ineficiencia en las instituciones”, apuntó.

La legisladora señaló que, en materia de salud, no se observa una estrategia integral entre pandemia y economía que se refleje en empleos e infraestructura para la salud. También, aseguró que el acuerdo con los hospitales de la iniciativa privada es importante pero no es suficiente, ya que se han desatendido diversos asuntos, como la posposición de cirugías, para centrar los esfuerzos en los pacientes contagiados con COVID-19.

Cabe recordar que el pasado 13 de abril, el Ejecutivo Federal suscribió un convenio de colaboración con la Asociación Nacional de Hospitales Privados A.C. y con el Consorcio Mexicano de Hospitales A.C., quienes pondrán a disposición del gobierno el 50 por ciento de sus camas para garantizar la atención a derechohabientes de instituciones públicas de seguridad social, así como usuarios del Instituto de Salud para el Bienestar.

Dicho acuerdo permitirá liberar espacios y atender hasta 12 mil 500 pacientes en el sector público por coronavirus, ya que los 146 hospitales privados adheridos al pacto brindarán servicios en el segundo nivel como atención de partos, embarazo y puerperio, cesáreas, enfermedades del apéndice, hernias complicadas, úlceras gástricas y duodenal complicadas, así como endoscopías.