Por: Redacción 

Con el propósito de reducir la contaminación que genera la industria tequilera, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) trabajan en la aplicación de procesos de fotólisis y fotocatálisis solar para el tratamiento de aguas residuales de este sector, conocidas como recalcitrantes, las cuales son difíciles de degradar.

Dicha metodología permite descomponer la materia orgánica mediante la reacción química originada por la aplicación de luz y el uso de catalizadores específicos, que son sustancias que ayudan a aumentar la rapidez de la degradación de los contaminantes presentes en las reacciones.

El especialista del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), Unidad Durango del IPN, José Bernardo Proal Nájera, encabeza el proyecto titulado Tratamiento de aguas residuales de la producción de tequila mediante procesos de oxidación avanzada: Fotólisis y Fotocatálisis Solar.

El investigador señaló que las aguas residuales del sector tequilero se caracterizan por presentar altas concentraciones de sustancias orgánicas contaminantes con un importante costo ambiental y muy tóxicas para el organismo humano, de manera que con estos procedimientos es posible degradar la materia orgánica presente para lograr un tratamiento exitoso del afluente.

Indicó que en el proceso de elaboración de tequila se desechan sustancias conocidas como vinazas, las cuales se obtienen después de haber realizado la destilación de azúcares fermentados provenientes del agave, y al ser descargados sin ningún tipo de tratamiento, pueden contaminar ríos, lagos o tierras de cultivo, provocando daños ambientales severos.

“Durante el proceso fotocatalítico ocurren reacciones tanto de oxidación, como de reducción en la superficie del semiconductor, debido a la excitación de sus moléculas por la intensidad de radiación solar, generando una alta producción de radicales hidroxilo, que son los encargados de degradar la materia orgánica presente hasta su última etapa de mineralización, dando como resultado agua y bióxido de carbono como productos finales”, explicó.

Proal Nájera mencionó que los métodos fotolíticos para la degradación de contaminantes disueltos en el agua se basan en proporcionar energía a los compuestos químicos mediante la radiación, la cual es absorbida por las distintas moléculas orgánicas para alcanzar estados de alta excitación que ayudan a efectuar las reacciones de degradación.

“Para alcanzar alta presencia de radicales libres se requiere de la adición de potentes agentes oxidantes en las reacciones fotocatalíticas, de los cuales los más conocidos y utilizados son el peróxido de hidrógeno y el ozono, entre otros, bajo un adecuado estudio del efecto del pH, con lo cual se alcanza una alta eficiencia en el tratamiento de aguas residuales, tanto industriales como municipales”, subrayó el investigador.