Por: Redacción

La Secretaría de Salud comunicó a la Cámara de Diputados que los síntomas que presentan los niños con cáncer son inespecíficos; eso se traduce en una falla de detección del médico de primer contacto, por lo que se requiere su capacitación constante.

En el 85 por ciento de los casos hay señales como fiebre, dolor, crecimiento de ganglios o tumor; los padres al detectarlos, buscan atención temprana, pero hay errores en el primer contacto médico. Por ello, dijo, se requiere una norma oficial mexicana para el diagnóstico de cáncer en el niño, tal como la que existe para algunos tipos de carcinomas en el adulto, así como verificar su aplicación en los centros de primer nivel de atención, llevando un control con las supervisiones de las jurisdicciones de salud de los estados de la República.

En el documento de respuesta, publicado en la Gaceta Parlamentaria, la Secretaría de Salud resaltó que los proyectos deben estar dirigidos al diagnóstico oportuno de los pacientes y a la referencia temprana a un hospital acreditado. Afirmó que el retraso en el diagnóstico definitivo del cáncer y en su tratamiento no está siempre determinado por la falta de acceso a la salud, o el atraso de las madres en la búsqueda de atención; por el contrario, se da atención de manera temprana, pero no por el médico que establezca la sospecha de cáncer.

Sin embargo, “cuando el médico de primer contacto envía al paciente con la sospecha de la enfermedad maligna, no siempre es atendido por los especialistas que pueden confirmar el diagnóstico, y esto retrasa de manera significativa su atención, impactando directamente en la posibilidad de curación”, aclaró.

Por ello, la dependencia federal hizo votos por reforzar la enseñanza de la oncología pediátrica en el pregrado; realizar campañas de detección de la misma forma que se ejecutan en las de vacunación. Pero lo más importante, enfatizó, es una capacitación constante de los médicos de primer contacto, a través de la educación médica continua, asistencia a cursos de diagnóstico oportuno de cáncer infantil, y supervisión de estos programas.

Puntualizó que no se necesita crear más hospitales para la atención de niños con cáncer. “Se requiere regionalizar los servicios en clínicas con capacidad para resolver los problemas que se presentan en estos pacientes”, indicó.

 

Los diputados expusieron que, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, en el país existen anualmente entre cinco mil y seis mil nuevos casos de cáncer en menores de 18 años. Además, el gobierno cuenta con 54 unidades médicas acreditadas para la atención de pacientes menores de 18 años con cáncer, así como 135 oncólogos pediatras, ya que los tumores infantiles no siempre se tratan como los cánceres en adultos.

La oncología pediátrica es una especialización médica que debe ser promovida para poder realizar un diagnóstico prematuro del padecimiento y un tratamiento adecuado del mismo, planteó.