La Secretaría de Salud hace un llamado a padres y madres de familia, tutores o personas cuidadoras de niñas, niños y adolescentes a llevarlos a las unidades médicas del Sistema Nacional de Salud a fin de completar los esquemas de vacunación que tuvieran pendientes, con el propósito de prevenir enfermedades infectocontagiosas graves.

Los centros de salud y clínicas cuentan con disponibilidad de vacunas contra tuberculosis; poliomielitis; hepatitis B; neumococo; difteria, tosferina y tétanos; sarampión y rubéola (SR) o sarampión, rubéola y paperas (SRP); rotavirus y virus del papiloma humano (VPH).

Las Cartillas Nacionales de Salud de niñas y niños de cero a nueve y la de adolescentes de 10 a 19 años especifican qué vacunas y las edades en las que deben aplicarse. La Secretaría de Salud, además, hace énfasis en que todos los biológicos son seguros y gratuitos.

Las cartillas son documentos fundamentales que integran acciones de promoción de la salud, nutrición, detección, prevención y control de enfermedades; el esquema de vacunación y un apartado de citas médicas.

La cartilla para niñas y niños de cero a nueve años contiene secciones de lactancia materna, desarrollo, nutrición, signos de alarma en las diferentes etapas de la infancia, higiene, salud bucal, auditiva y visual, actividad física y prevención de accidentes.

Estas acciones promueven la calidad, igualdad de género, corresponsabilidad para el autocuidado de la salud y facilitan el seguimiento personalizado y continuo.

Las Cartillas Nacionales de Salud para niñas y niños de cero a nueve años y la de adolescentes de 10 a 19 años se distribuyen en las clínicas y centros de salud de la Secretaría de Salud, Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), IMSS-Bienestar, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF), servicios de salud de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar).

Se recomienda a padres y madres, tutores o personas cuidadoras, preguntar al personal de salud sobre los beneficios y eventuales reacciones de las vacunas que recibirán niñas, niños o adolescentes.

También es importante que el personal de salud aclare todas las dudas sobre las vacunas que aplicará; mencionar que puede provocar dolor o algunas molestias posteriores, insistiendo en que los beneficios siempre serán mayores que las molestias, ya que protegen de daños.

Es conveniente también comunicar a niñas y niños algo agradable para después de la vacunación, con el propósito de asociarla con el beneficio que reciben.