• El incremento del uso de celulares con cámara y mayor acceso a internet ha facilitado esta práctica en todas las edades.

Por: Psicóloga Jessica Ramírez/

¿Alguna vez te han pedido pasar el “pack”? Cada día es más frecuente escuchar esta palabra en conversaciones y redes sociales, pero es preciso saber qué es, por qué lo hacemos y sus consecuencias.

Esta práctica de pasar el “pack” es conocida como sexting, una palabra en inglés que viene de sex (sexo) y testing (enviar mensajes). Se identifica por intercambiar fotografías, vídeos, mensajes e imágenes erótico-sexuales de forma “voluntaria”. Es contenido comprometedor por estar desnudos, semidesnudos, solos o acompañados, para transmitirlo se utilizan celulares, internet y redes sociales.

El incremento del uso de celulares con cámara y mayor acceso a internet ha facilitado esta práctica en todas las edades. Como dato importante, la UNAM menciona que México es uno de los países que más ejerce el sexting.

Nélida Padilla, menciona que el sexting se da entre adolescentes y jóvenes adultos, sin embargo, esta práctica cambia de acuerdo con la edad.

  • Los estudiantes de secundaria y bachillerato lo hacen para explorar su identidad, buscar la aceptación del grupo, y sentir que son agradables a otros. Aunque no están conscientes de los riesgos.
  • Los jóvenes entre 15 a 22 años saben de los riesgos de exponerse y lo hacen buscando excitación o para mantener una relación.
  • En el caso de los jóvenes-adultos buscan tener prácticas erótico-sexuales con su pareja, para mantener su relación, sentir deseo y mantener una sexualidad abierta.

Las razones para hacer sexting son diversas, por ejemplo, se ha relacionado con el aburrimiento, buscar la atención de alguien o ligar, intercambiar sexts entre compañeros o amistades fuera de relaciones sentimentales, para tener relaciones sexuales con alguien, por deseos de exhibicionismo, buscar aceptación social, presión de un grupo o pareja, por problemas de identidad sexual, haber tenido alguna forma de maltrato que haya afectado la autoestima, por tratar de impresionar a otros o como prueba de amor.

El sexting es una práctica cada día más frecuente a nivel internacional, si bien tiene algunos aspectos positivos como el evitar embarazos, enfermedades como el COVID e infecciones de transmisión sexual, no hay que olvidar que no debe minimizarse al decir “es una travesura como chavos y que no hay que exagerar” porque está practica tiene consecuencias que pueden ser graves por la difusión de las imágenes, mensajes, etc. entre los conocidos y redes sociales, causando la burla, agresión física y verbal, desarrollo de estrés postraumático, depresión, ansiedad, ideación suicida o el suicidio.

Es importante hablar del sexting porque no es una práctica negativa, pero su riesgo está en que el contenido que se envía puede generar acoso, trata de personas, pornografía, burlas, violencia, etc.

Nuestra cultura evita hablar del tema de la sexualidad abiertamente, pero, por ejemplo, los albures son palabras en doble sentido que muestran el interés por hablar de sexualidad, al igual que el sexting. En caso de quererlo practicar es importante tener herramientas para hacerlo de manera informada, con consentimiento y de manera responsable. En el próximo artículo se hablará más acerca de las consecuencias que puede traer el sexting.

 Jessica Ramírez es licenciada en Psicología, brinda terapias psicológicas, también imparte talleres para reconocer y controlar emociones e identificar la violencia en pareja. Si te interesa su apoyo psicológico puedes contactarla a través del correo: ramivpsic@gmail.com o al número 55 1202 9708