Por: Redacción/

La senadora Andrea García García solicitó a la Secretaría de Salud que en coordinación con la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) desarrolle e implemente acciones y campañas en esta época navideña para informar a la población acerca de los peligros que representan la luz de los rayos láser y evitar su compra.

Mediante un punto de acuerdo, pidió también a la Cofepris llevar a cabo una vigilancia rigurosa de los establecimientos que venden productos con rayo láser, ya que su venta al público representa un riesgo para la salud de la población, y le hizo un llamado a establecer una Norma Oficial Mexicana que regule la compraventa de productos con rayo láser en sus distintas presentaciones.

En otro punto de acuerdo, la senadora por Tamaulipas pidió a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) presentar un informe en el cual indique el número de incidencias reportadas, a causa de rayos láser dirigidos al interior a las cabinas de aeronaves.

García García explicó que el peligro de que un rayo láser produzca daño en una persona está directamente relacionado con la potencia que éste tiene, las lesiones pueden ser en ojos, piel, entre otras.

Agregó que el láser crea un rayo poderoso y concentrado de radiación electromagnética que se usa en muchos productos, desde los reproductores de música e impresoras a aparatos para la cirugía del ojo.

Explicó que la Food and Drug Administration de Estados Unidos regula los productos electrónicos que emiten radiación, como los rayos laser, incluyendo los juguetes con láser para niños, y establece las normas de seguridad de radiación que los fabricantes deben cumplir.

En el caso de México, lamentó, no se cuenta con una regulación específica, no existe vigilancia adecuada ni información pública al respecto, lo cual deja abierto el mercado para que productos de baja calidad o con una potencia peligrosa, lleguen a las manos equivocadas, ya sea en forma de juguete o como una herramienta de apoyo, aumentando así el riesgo de generar un daño en la salud de las personas.

Sobre el informe solicitado a la SCT, García García refirió que se han dado casos en los cuales los aviones no pueden llegar a su destino debido a las afectaciones visuales producidas al piloto o copiloto de la aeronave, lo cual representa pérdidas económicas de las compañías de aviación, aunado al riesgo de los pasajeros y a la población en tierra cercana al hecho.

La legisladora por Tamaulipas consideró como lamentable que esa práctica perjudicial esté proliferando alrededor del mundo, ya que un accidente aéreo es por demás catastrófico y los decesos son prácticamente inminentes.

Por lo anterior, reiteró que en el país se deben de atender estos hechos y analizar las posibles acciones a emprender, desde una regulación más estricta para la compraventa del producto, hasta tipificar la conducta para imponer una sanción adecuada conforme al derecho penal aplicable, con el fin de reducir al mínimo probables accidentes.

El primer punto de acuerdo se turnó a la Comisión de Salud y el segundo a la Comisión de Comunicaciones y Transportes para su análisis y dictamen.