• México es la 15ª economía del mundo, por encima de Arabia Saudita, Suiza y Holanda; y sin embargo, siendo uno de los países más ricos del mundo está dentro de los 10 países con mayor desigualdad del mundo.

Por: María Manuela de la Rosa Aguilar/

México es el primer productor de plata en el mundo, ocupando el 4º lugar en producción de huevo; el 5º en producción de pollo; el 6º en cerveza y de cobre (cuando por décadas fue el 1º); el 7º en producción de maíz, de carne de cerdo y de vehículos de motor; el 8º en producción de oro, petróleo, leche y de carne de vacuno (aunque en el 2018 ocupó el 2º lugar); el 9º productor de café, entre otros datos reveladores de una economía poderosa.

Sin embargo, este país pareciera hundirse en la miseria, pues el 13 de julio El Financiero anunció que México está en quiebra, puesto que el gobierno de la 4T no tiene recursos para enfrentar al menos el gasto corriente y los principales programas sociales. Esto resulta inaudito.

México es la 15ª economía del mundo, por encima de Arabia Saudita, Suiza y Holanda; y sin embargo, siendo uno de los países más ricos del mundo está dentro de los 10 países con mayor desigualdad del mundo.

Y nos preguntamos, ¿qué pasa con todo el presupuesto anual?, ya que ha sido racionado más allá de la austeridad, haciendo recortes en áreas tan esenciales como por ejemplo en el sector salud, que en plena pandemia carece de infraestructura y equipo; quitando las principales herramientas de trabajo en áreas económicas como son las computadoras; o negando insumos vitales para la movilidad como lo es la gasolina para el Ejército o la Guardia Nacional. Y no se diga de equipo, vehículos y armamento, porque no sólo el personal militar, sino de todas las corporaciones de seguridad, se ven obligados a comprar de su bolsa el equipo de protección, insignias, calzado y demás implementos necesarios, no sólo para poder trabajar, sino para proteger su vida; al igual que médicos y enfermeras, que tienen que pagar de su bolsa el equipo de protección y aún así han sido sacrificados en aras del cumplimiento de su deber.

Y vemos que los temas de preocupación de la 4T son otros, frivolidades para evadir las preguntas fundamentales, ataques contra los verdaderos periodistas, que por portar una pluma son llamados sicarios; en tanto que los grupos delincuenciales son tratados como muchachos rebeldes que deben ser reprendidos por sus madres, las mismas que fungen como socias y cómplices, como ya lo hemos mencionado.

Pero además, ¿qué destino han tenido los 5 préstamos que en los últimos 18 meses el Banco Mundial ha dado a México? Son 2,130 millones de dólares constantes y sonantes, casi el monto que el anterior gobierno pidió en 6 años.

La Cámara de Diputados ha solicitado un informe sobre el destino de dichos préstamos, pero como en un teléfono descompuesto, la respuesta ha sido evadida. Y ya mencionamos que tan sólo si ese dinero (que no el presupuesto anual, que ya está etiquetado), se distribuyera en todos y cada uno de los mexicanos, este país sería de millonarios, puesto que a cada persona le correspoderían más de 377 millones de pesos.

Sí, México es un país muy rico, pero con millones de pobres, millones de personas que no tienen acceso a una educación mínima, en un ambiente adverso dominado por los cárteles de la droga, en medio de un problema de adicción creciente y preocupante, con problemas sociales y de seguridad nunca antes vistos: pero además, en medio de una pandemia que no cesa y por el contrario, sigue cobrando víctimas.

México, un próspero país, que no obstante está dentro de los 6 países más inseguros del mundo, al nivel de Bostwana, Uganda y Namibia y es considerado más peligroso incluso que Libia y Palestina, países en guerra y avasallados por el terrorismo.

Y es que es más que evidente la indolencia en la aplicación de las leyes, la creciente impunidad, en donde, como hemos dicho en anteriores ocasiones, se vive en un mundo al revés, porque los delincuentes gozan de todos los privilegios para evadir la justicia, en tanto que la gente común es acosada hasta por el más mínimo incidente de tráfico y los encargados de mantener el orden público son sometidos al más escrupuloso escrutinio, al grado que deben tratar con delincuentes peligrosos como si fueran los más valiosos personajes de la sociedad.

Y cada vez aumentan las muestras de desafío a la autoridad, a sabiendas de que no pasará nada. Ya se han vuelto continuos los mensajes por parte de los cárteles de la droga para amenazar y amedrentar a la autoridad: encapuchados mostrando armas de grueso calibre y vehículos blindados camuflados como si se tratara de un ejército. Nada más fuera de los preceptos constitucionales y la autoridad pasiva sin responder, como si las instituciones no existieran y las leyes no fueran válidas en este país. Un surrealismo que no sólo es inadmisible, sino fuera de toda lógica e increíble, más allá de la fantasía.

Y la respuesta, siempre tibia del gobierno, ahora con la difusión de un video en el que el grupo criminal del Cártel Jalisco Nueva Generación, que muestra a 73 sicarios en 19 vehículos artillados desafiando al Estado, ha sido simplemente evasiva, asegurando que ese grupo no tiene la capacidad de enfrentar al ejército. Cierto, pero el tema no es ese, porque bien sabemos que no cuentan con el adiestramiento ni la capacidad de una institución tan respetada.

La cuestión es que están cometiendo delitos en flagrancia, armados ilegalmente, amenazando, jactándose de su supuesto poder. Estamos ante una clara guerrilla, así que cometen delitos contra el Estado, pero además contra la sociedad, la seguridad pública, etc., delitos todos del tipo penal, atentando contra la sociedad y el propio Estado; pero en esto, como en todos los temas, pareciera que el ejecutivo desconoce que tiene la obligación de estar al frente del timón y actúa como si éste no existiera y su responsabilidad tampoco, actuado de manera ocurrente, como un candidato plurinominal en campaña.

Por otro lado, los cientos y tal vez miles de fosas clandestinas, puesto que de las que se han localizado, suman 1,608, pero existen más de 73,000 personas desaparecidas, nos hablan de un genocidio en México, que es un delito de lesa humanidad, pero que sin embargo, sólo se trata como simple noticia sensacionalista, cuando de fondo conlleva una carga de violación a los derechos más elementales de los individuos, la vida misma. Y estos crímenes siguen totalmente impunes, ante la indiferencia de las autoridades gubernamentales, que tienen la obligación de impartir justicia. Porque no olvidemos que sólo en los últimos 18 meses se han registrado más de 53,000 asesinatos.

Todos estos datos reflejan el nivel desproporcionado de la inseguridad y de la turbia administración pública, que por lo visto seguirá en aumento ante la indiferencia del ejecutivo, más ocupado en atacar al periodismo crítico y en su labor proselitista.

Mientras tanto, los contagios y muertes siguen aumentando, ya somos los principales países afectados por la pandemia. Los datos hablan por sí mismos. Aquí las cifras al domingo 19:

Nótese que ya Argentina figura en la lista de mayores contagios, en tanto que ya no figuran China, Canadá, Bélgica, Países Bajos, Qatar y Portugal.

Alemania, aunque sigue en la lista, registra el mayor índice de resiliencia, seguido por Turquía, Chile e Irán.

Francia, Reino Unido, Italia, México y España son los países que registran un porcentaje de mayor letalidad.

Y los países que tienen un menor índice de mortalidad son Arabia Saudita, Bangladesh, Sudáfrica, India, Rusia y Argentina.

Pero la pesadilla continúa.