Por: María Manuela de la Rosa A./

Un microorganismo está ganando la batalla al mundo entero, un virus microscópico, invisible, silencioso y letal ha provocado ya casi 400 mil muertes en el mundo. En México las consecuencias están siendo devastadoras, con un aumento inusitado de contagios, que suman ya más de 113 mil y han cobrado la vida de alrededor de 13,500 personas. El mundo está en vilo, pero los estadistas no aparecen y tal pareciera que se busca omitir cualquier política pública que contenga la pandemia, como si sólo estuvieran esperando que pase la estacionalidad del virus. Demasiada confianza si se trata de un enemigo.

Y mientras la economía entra en recesión, miles de empresas quiebran, el desempleo se dispara y sólo algunos sectores se mantienen activos, como los supermercados, que no los mercados tradicionales, pero sobre todo los que se dedican a vender insumos para protegerse del contagio, como equipo médico, pero sobre todo las farmacéuticas y productores de desinfectantes, surgiendo, como siempre que se presenta la ocasión, un número considerable de productores a todos los niveles de protecciones contra el virus. ¿Pero los servicios como el turismo, las aerolíneas, el transporte terrestre, marítimo,  la moda, el calzado. Y las industrias como la minería, la automotriz, los energéticos? Miles y miles de productos han dejado de fabricarse y otros tantos de salir a la venta.

Y esto no ha sido sorpresivo, ya desde febrero, cuando el virus apenas había cobrado la vida de 900 personas, las previsiones para la economía mundial eran poco alentadoras, un análisis de Bloomberg anticipaba que la economía  caería a   -0.5% si el virus era controlado antes de marzo, pero estamos en junio y el mundo prácticamente ha entrado en recesión. Las muertes han aumentado 500 veces. Tal vez por eso se habla poco de la devastación que ha provocado.

¿Qué sigue? Además de más muertes, la quiebra incluso de países poco desarrollados y dependientes. Si China, el gigante asiático, que ha logrado contener la pandemia, con un bono demográfico que le favorece por el mínimo porcentaje que ha registrado de muertes, ha tenido severas pérdidas, que tuvieron un efecto dominó, arrastrando al mundo a una crisis sin precedentes, pues hay que considerar que es la potencia abastecedora por excelencia, no sólo de insumos, sino de productos terminados en prácticamente todos los sectores, ya sea de productos de primera necesidad, accesorios, tecnología, etc. ¿Qué le espera a los demás países que no tienen tanta capacidad?

Y si bien por haber sido el origen de la pandemia, tal vez por el ciclo del virus, las medidas draconianas, o ambos, el hecho es que China ha logrado contener de manera exitosa la pandemia, aunque ha anunciado un nuevo brote, lo más seguro es que lo contenga. Pero Estados Unidos, la gran potencia mundial, es ahora el epicentro y no obstante el federalismo que es una realidad de su gestión gubernamental y podría eficientar las medidas, la pandemia sigue su curso sin que pueda siquiera reducir el impacto en la población, pues ya se registran  casi 2 millones de contagios y más de 111 mil muertes. Así tenemos por ejemplo también a Alemania y Francia, que han ido a mejor, en tanto que Brasil, que no aparecía dentro de los primeros, ahora ocupa el segundo lugar en contagios, lo mismo Chile, que no parecía tener problema, ha ido subiendo en la tabla de los mayores contagios.

Y así como se ha reducido considerablemente la actividad económica, consecuentemente la recaudación, las consecuencias de la pandemia vienen en cadena y los gobiernos pierden capacidad de maniobra por esta reducción de ingresos, pero pareciera no considerarse alarmante para los gobiernos.

Ya en marzo  la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos recortó el pronóstico de crecimiento del PIB de México de 1.2%  a 0.7% para este año y de 1.6% a 1.4% para el 2021. Y el problema de contagios aumentó 134 veces. Si en esta medida se acentúa la crisis económica, la quiebra es inminente.

En mayo 100,000 empresas norteamericanas se declararon en quiebra, no obstante que el Congreso aprobó estímulos por 700,000 millones de dólares. 4.2 millones de empresas recibieron préstamos de emergencia, pero el total de ellas suma 30 millones de pequeñas y medianas con por lo menos 10 empleados. Esto ilustra muy bien la magnitud del problema a nivel global, en donde millones de personas tendrán que enfrentar uno de los mayores retos del siglo, para reinventarse o integrarse a la fila de los millones de pobres sin perspectivas de superar su condición.

Pero además, las consecuencias emocionales que millones están padeciendo, porque la cuaretena obliga al encierro. Y si tomamos en cuenta que una gran mayoría no tiene una gran casa para disfrutar y que, miles sólo tienen un cuarto mal acondicionado para dormir, no pocas veces compartido con otras personas, realmente es una situación permanente de estrés, que genera ansiedad, incertidumbre, y un estado emocional frágil que puede tornarse en angustia y enojo, camino fácil hacia la violencia. Pero además, en México la delincuencia organizada hace de las suyas, tomando actitudes proselitistas y como si estuviera en campaña política, por un lado se dedica a repartir espensas y por otro a apoderarse del espacio público para realizar sus actos criminales.

Ya cuatro meses de contagios crecientes, en donde sólo pocos países han logrado contener la pandemia. Los contagios y muertes siguen aumentando y con ello, la crisis se agrava en todo el mundo. Aquí las cifras:

Observemos como a China es a quien menos ha afectado demográficamente. Y estaba a la par la India, sin embargo, con el aumento de contagios, de 0.005, India subió a 0.01. Igual México, estaba en un 0.005 y subió a 0.08 por el incremento de enfermos. Por otra parte, Catar ha sido el país más afectado en este rubro. Aunque también están Chile, Perú, Estados Unidos y España.

China y Alemania son los países que cuentan con  más alto índice de resiliencia. También Turquía, Irán y Arabia Saudita han tenido mayor número de recuperados. ¿Se debe a los sistemas de salud, a las medidas tomadas, o simplemente a la inmunidad de la población? No lo sabemos.

Los niveles de mortalidad los encabezan Francia, Italia, Reino Unido, México y España. ¿Vulnerabilidad de la población, fronteras muy permeables, confianza excesiva?

Es curioso que Estados Unidos, Brasil y Rusia, que encabezan la lista, no se destacan por ninguna de estas variables. Y hay que notar que Estados Unidos registra pocos niveles de recuperación, pero también de letalidad, lo que pareciera incongruente, por lo que estaremos expectantes de lo que pase en los siguientes días, porque tal vez logre evolucionar con éxito y aumente la resiliencia, o si se complica, veremos un mayor índice de letalidad. Esperemos que no sea así.

Rusia hasta el momento presenta un porcentaje mínimo de mortalidad, pero esto no se refleja en una mayor resiliencia, por lo que estaremos viendo lo que suceda a posteriori. Esto todavía no concluye.