• El senador panista, Julen Rementería, señaló que Veracruz es el segundo lugar en feminicidios y delitos contra las mujeres como extorsión y secuestro.

Por: Redacción/

Ante la situación de violencia que padecen las mujeres como nunca antes en este país, lejos de reconocer la crisis de feminicidios y desapariciones el gobierno de Morena las minimiza, condenó el líder de la bancada panista en el Senado, Julen Rementería del Puerto.

“La dura y terca realidad es que han sido incapaces de aplicar una estrategia para frenar el crimen”, subrayó, al tiempo que hizo un llamado a no permitir que México se convierta en un cementerio de mujeres.

Urge, dijo, una estrategia integral en materia de seguridad para proteger a las mujeres, pero también para apoyarlas en salud y educación.

“Basta ya de polarización inútil; basta ya de inacción. De una vez por todas vayamos juntos a frenar esto, defendámonos, hay que parar a como dé lugar esta hemorragia social”, alertó.

El senador por Veracruz señaló que marzo, el mes de la mujer, fue sumamente violento y, tristemente dijo, parece que abril podría ser peor, ya que los números de este 2022 hablan por sí mismos.

Hay un récord de 2 mil 287 denuncias por violación, 334 víctimas de extorsión y 28 mil 832 llamadas de emergencia de violencia contra la mujer, indicó.

Además, se registran 229 feminicidios y 628 víctimas de homicidio doloso; es decir, 10 mujeres asesinadas al día, de acuerdo a cifras oficiales.

“Tan sólo en mi estado, Veracruz, tres jóvenes de 15, 19 y 21 años fueron asesinadas en abril en Ixhuatlán de Madero, en Acajete y en Xalapa, más otras mujeres que también fueron víctimas de feminicidio”, lamentó.

Condenó que Veracruz sea el segundo lugar nacional en feminicidios, pero también en prácticamente en todos los delitos contra ellas, como el secuestro y la extorsión.

“No deberíamos ni podemos, por supuesto, acostumbrarnos a que la desaparición de una mujer, su asesinato, sea nota de todos los días, como si nos tuviéramos que acostumbrar a ello”, sostuvo.

Todas ellas, dijo, eran hijas, hermanas, sobrinas, esposas, al fin, eran mujeres que nunca debieron ser víctimas de vivir una pesadilla como esta.

“México debiera ser un lugar donde niñas, jóvenes y mujeres se sientan seguras y plenas. Trabajemos para que ninguna otra Evelia, ni Clara, ni Juana, para que ninguna otra niña o joven desaparezca o sea asesinada. No permitamos que se convierta en un cementerio de mujeres”, insistió.

Urge frenar ya la ola de violencia que consume a Veracruz y a México, que no respeta género ni edades, nos duele cada desaparición y cada ejecución que se da en este país, remató.

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Versión del mensaje del coordinador de las senadoras y los senadores del PAN sobre la violencia contra las mujeres

Las mujeres enfrentan una situación de violencia como nunca antes en la historia de este país.

Y este gobierno morenista, lejos de reconocer la crisis de feminicidios y desapariciones, la minimiza.

La dura y terca realidad es que han sido incapaces de aplicar una estrategia para frenar el crimen.

Marzo, el mes de la mujer casualmente, fue sumamente violento y, tristemente parece que abril podría ser peor. Los números de este 2022 hablan por sí mismos.

Hay un récord de 2 mil 287 denuncias por violación, 334 víctimas de extorsión, y 28 mil 832 llamadas de emergencia de violencia contra la mujer.

229 feminicidios y 628 víctimas de homicidio doloso, es decir 10 mujeres asesinadas al día, de acuerdo a cifras oficiales.

Tan sólo en mi estado, Veracruz, tres jóvenes de 15, 19 y 21 años fueron asesinadas en abril en Ixhuatlán de Madero, en Acajete y en Xalapa, más otras mujeres que también fueron víctimas de feminicidio.

Es Veracruz, tristemente, el segundo lugar nacional en feminicidios, pero también en prácticamente en todos los delitos contra ellas, como el secuestro y la extorsión.

No deberíamos ni podemos, por supuesto, acostumbrarnos a que la desaparición de una mujer, su asesinato, sea nota de todos los días, como si nos tuviéramos que acostumbrar a ello.

Todas ellas eran por supuesto, hijas, hermanas, sobrinas, esposas, al fin, eran mujeres que nunca debieron ser víctimas de vivir una pesadilla como esta.

México debiera ser un lugar donde niñas, jóvenes y mujeres se sientan seguras y plenas.

Trabajemos para que ninguna otra Evelia, ni Clara, ni Juana, para que ninguna otra niña o joven desaparezca o sea asesinada.

No permitamos que se convierta en un cementerio de mujeres.

Urge ya una estrategia integral para proteger y apoyar a las mujeres: en seguridad, pero también en salud, por supuesto en educación y, desde luego también en lo económico.

Urge frenar ya la ola de violencia que consume a Veracruz y a México, que no respeta género ni edades.

Nos duele cada desaparición y cada ejecución que se da en este país.

Basta ya de polarización inútil; basta ya de inacción. De una vez por todas vayamos juntos a frenar esto, defendámonos, hay que parar a como dé lugar esta hemorragia social.