• En entrevista con Mugs Noticias, José Ugalde, miembro del Colectivo Desaparecidos Justicia Querétaro A.C. y quien narra su historia en el libro, apuntó que la obra significa el sueño de las víctimas de “poder contar lo que hemos sufrido, lo que hemos vivido y lo que estamos enfrentando”.

Por: Oscar Nogueda/

El Centro de Análisis e investigación Fundar publicó el libro “No hay lugar en este país”, el cual relata 13 historias de familiares de personas desaparecidas contadas por ellos mismos. Asimismo, reconoció que este libro es un esfuerzo para reflexionar sobre el silenciamiento y apropiación del testimonio de las víctimas.

“No hay lugar en este país, es el resultado de este espacio en el que, de la mano de la autora Brenda Navarro, 13 familiares se transforman en autoras y autores para contar sus propias historias. Los 13 relatos están habitados por la esperanza de quienes han aprendido a vivir y a caminar juntas y juntos, así como del amor inconmensurable de quien toma una pala para buscar y enterrar dignamente a las hijas y los hijos de este país herido”, señala Fundar en un comunicado.

En ese sentido, Fundar puntualizó que uno de los objetivos de este libro es evitar la traducción de las experiencias y demandas de las víctimas, ya que “esa traducción tiene implicaciones políticas sobre quienes pueden hablar y quienes pueden ser escuchados en determinados contextos”.

Asimismo, “No hay lugar en el país” busca abrir nuevas formas de acompañamiento a las personas que han sufrido violencia, así como buscar nuevas narrativas de la violencia contadas desde la perspectiva de las víctimas.

Este libro cuenta con las historias de familiares de personas desaparecidas. Los autores de estas páginas son: Bárbara G. Arredondo, María Del Carmen Benítez, Martha A. Camacho, Laura Curiel, Emmanuel Espinosa, Guadalupe Fernández, Edith Hernández, Tania M. Lagunas, Paulina Quezada, Tita Radilla, Erika Rodríguez, Blanca Soto y José Ugalde

En entrevista con Mugs Noticias, José Ugalde, miembro del Colectivo Desaparecidos Justicia Querétaro AC y quien narra su historia en el libro, apuntó que este libro significa el sueño de las víctimas de “poder contar lo que hemos sufrido, lo que hemos vivido y lo que estamos enfrentando”.

Además, subrayó la importancia de que la población en general conozca la historia de las víctimas de desaparición para que se forme una conciencia y sensibilidad sobre este tema.

“Creo es algo que tenemos las víctimas, un sueño de poder contar lo que hemos sufrido, lo que hemos vivido y lo que estamos enfrentando y creo que, por otro lado, es muy importante para que gente que no ha sufrido este dolor sea consciente de lo que puede sufrir porque sigue habiendo desapariciones. Es muy triste estar de este lado y esto sirve para hacer conciencia y ser sensible”.

Para Don José, “No hay lugar en el país” refleja la vida de las familias antes de convertirse en víctimas, así como las consecuencias que tienen estos hechos en las personas. En ese sentido, manifestó que estas experiencias pueden ayudar para que las víctimas sean reconocidas como algo más que una estadística.

“Las historias de mis compañeros me sorprendieron, es el mismo dolor en diferentes contextos , para que la gente se cuenta de que tipo de familia teníamos antes y que tipo de personas somos , porque tratan a las víctimas como números, como estadísticas , se olvidan de que cada víctima tenía una vida, o una familia , una vida que se truncó en un segundo , todos los planes de tu vida, como padre se terminaron sueños, vida, y te quedas sin trabajo, tienes que buscar otra forma de vivir, pero es más el valor de seguir buscando verdad y justicia”, externó José Ugalde.

El relato de Don José inicia en la página 145 de “No hay lugar en el país”. En estás paginas cuenta las ilusiones que tenia de su hijo, su vida antes y después de su desaparición y el camino que recorrió en busca de verdad y justicia.

“Yo lo observaba y dentro de mí pensaba que ese talento que tenía Esaú lo iba a llevar lejos, lo iba a hacer famoso. Ese era mi deseo. Me enorgullecía verlo sudar, llevar ese ritmo de rock, dominar las baquetas con esa cadencia que solo él sabe y que tuviera ese público coreando y aplaudiendo ¡Otra, otra! Para mí fue inolvidable, especialmente cuando tocaron esa canción que se llama Zombie de The Cranberries, me acuerdo que me llamó mucho la atención. Y luego días después la busqué en internet y vi el video por primera vez, me encantó y disfrutaba cada que la escuchaba, hasta busqué su traducción en español y me sorprendí porque cuando yo la escuchaba me sentía en paz, relajado y ¡oh sorpresa! Cuando supe que la canción hablaba de guerras y niños muertos. No empaticé porque para mí, México estaba lejos de todo eso, nosotros estábamos bien, no teníamos nada de qué preocuparnos. Todo bien, me decía: Tengo un joven talento en casa, una familia ejemplar, aunque con carencias, ejemplar. Luego llegó el quince de septiembre y desperté de ese sueño”, contó José Ugalde.

Igualmente, apuntó que los principales problemas de la crisis actual en materia de personas desaparecidas es la comunicación de las fiscalías, la revictimización de las autoridades, la falta de preparación gubernamental, el ocultamiento de información, así como la incapacidad de las autoridades de tener una base concentrada sobre desaparición de personas y cuerpos sin identificar.

“No tienes idea de lo que se siente en esos momentos en los que no sabes nada. Te bloqueas. Es una desesperación que no se puede describir. Los segundos se vuelven horas y las horas eternidades. Cuenta mi esposa que en la agencia la hicieron esperar mucho tiempo y no dejaron pasar a mi hija. Dice que cuando la dejaron pasar la atendió una mujer déspota, mal educada. ¿Por qué viene a estas horas; que no ve que ya casi es mi hora de salir y usted me trae más trabajo? ¡Para la próxima vez llegue más temprano! Es más, espérese, le dijo, ¡porque es seguro que se fue a pasear con sus amigos! Pero mi esposa insistió en poner la demanda”, relató en el libro.

Aunado a ello, refirió que es necesario quitar los estigmas que se tienen con los familiares de personas desaparecidas, así como dar difusión a sus historias para sensibilizar sobre esta situación y dar a conocer los avances que se han dado.

“Hay que dar difusión, ir sensibilizando, es lo que va a ir cambiando al país y a la sociedad y el beneficio es para todos. Las historias que tenemos son de familias comunes con un dolor muy grande. Cada letra es una lagrima de nosotros, es recordar, una catarsis, yo lo siento fuerte el libro, a mí me pego, me pega lo de mis compañeros, es una situación que plasma la realidad que estamos viendo las familias y no queremos que ninguna más lo sufra”, sostuvo José Ugalde.

En ese sentido, reconoció el nombramiento del Grupo Coordinador del Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense (MEIF) y enfatizó que las familias tienen confianza en que este órgano logré articular la información forense de los estados para darle un nombre a los más de 50 mil cuerpos sin identificar en el país.

“Tardamos tres años en crear el MEIF. Algo extraordinario necesita una respuesta extraordinaria. Apostamos mucho al MEIF y a crear lo que sea necesario para que la juventud no tenga inquietud de a donde sale. Estas herramientas jurídicas deben pensar que son herramientas que le pertenecen a ellos, si llega una familia con nosotros tiene más certeza de que no pase lo que nosotros, estas iniciativas deben tener apoyo de la sociedad y estados”, comentó José Ugalde.

Por otro lado, expresó que las personas buscadoras se enfrentan a las autoridades y a los grupos de la delincuencia organizada, por ello, destacó que los buscadores son vulnerables, ya que no cuentan con protección después de las jornadas de búsqueda.

Ante esta situación, consideró que el Estado mexicano no tiene capacidad para proteger a todas las familias de personas desaparecidas, por lo que externó que en el Colectivo Justicia Desaparecidos Querétaro buscan aliados, realizan acciones de paz y una relación respetuosa con las autoridades para garantizar su seguridad.

“México no tiene lugar seguro donde se pueda transitar, ya nos sucedió a nosotros como familia, la lucha es que no estén de este lado, estas herramientas son para todas las víctimas, para que todos tengan beneficios. La lucha es cambiar las cosas, que sean más seguras para las generaciones que viene y le den la vuelta a esta página”, dijo Don José.

Por último, reconoció el trabajo de la escritora Brenda Navarro en la edición de dicho libro, ya que “no le cambio nada” y enfatizó que se necesitan ampliar las redes de apoyo para poder cambiar la situación del país, con el objetivo de que las personas “tengan la confianza donde quieran andar donde quieran sin que les pase nada “.