Por: Redacción/

Diputados federales del PRD exhortaron al presidente Andrés Manuel López Obrador a que gire instrucciones a la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, para que revierta las disposiciones en materia de energía que ponen en riesgo la generación de electricidad con fuentes de energía renovables.

A través de un punto de acuerdo, la bancada perredista expresó que la actual administración decidió suspender las subastas de largo plazo que durante el pasado sexenio permitieron la rápida expansión de centrales solares y eólicas, al considerar que debían revisarse los mecanismos que permitieron comprometer cerca de 8 mil 600 millones de dólares de las tres subastas de largo plazo, en su mayoría solar y eólica, lo que ha generado incertidumbre sobre el futuro de estas tecnologías en México.

En un comunicado señalaron que “la medida limita el potencial de desarrollo de nueva energía limpia, con costos de tecnologías bajos y con venta de certificados”. Dichos cambios provocan incertidumbre, pues las empresas más susceptibles al riesgo pueden parar proyectos de inversión ya contemplados.

En México, durante 2018, el 85% de la oferta interna de energía provino de los hidrocarburos -es decir del petróleo, gas y petrolíferos-, mientras que las energías renovables contribuyeron en la matriz energética con 7.29%.

Sin embargo, en octubre de 2019, la Secretaría de Energía hizo oficiales unos cambios a la legislación en materia de energías limpias que han sido criticadas por el sector privado, debido a que sólo beneficiarán a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) e inhiben la expansión de las energías renovables en México.

Las y los perredistas detallaron que, en las subastas eléctricas de largo plazo, CFE se limitaba a comprar energía a generadores privados, quienes hacían los gastos de inversión.

De acuerdo con los resultados de la tercera subasta, 10 empresas se comprometieron a invertir 2 mil 369 millones de dólares para la instalación de 2 mil 562 megawatts de nueva capacidad en energías limpias. Con el cambio de política, la CFE es quien debe invertir en nueva generación.

El 9 de diciembre de 2019 se anunció que para 2020 se licitarán la construcción de siete nuevas centrales eléctricas, con una inversión aproximada de 58 mil 643 millones de pesos que, en conjunto, aportarán 3 mil 762 MW de nueva generación eléctrica.

Seis de estas centrales usarán gas natural como combustible y una de ellas combustóleo, el cual es más contaminante, declararon.

Además, señalaron que una vez en operación, estas centrales eléctricas tendrán costos de generación más elevados que sus contrapartes solar y eólica. Según estimaciones de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), en el año 2019 los costos de generación para suministro básico eléctrico, utilizando la tecnología fósil más barata, se ubicaron en mil 103 pesos por MW/h, mientras que los costos de generación provenientes de las subastas eléctricas estuvieron en 552 pesos por MW/h.

Recalcaron que la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés) calificó esta acción como un freno a las energías renovables en México, y redujo en cerca de cuatro puntos porcentuales el ritmo de expansión de las mismas en el país hacia 2024.

La bancada perredista expresó que el impacto a las finanzas públicas no sólo se da por el mayor costo en la generación, sino también porque la producción de energía fósil afecta negativamente la salud de las personas, lo que se traduce en una mayor presión a servicios hospitalarios y pérdidas de productividad debido a ausencias por enfermedad.