Por: Redacción

Para hacer frente al nuevo gobierno de Estados Unidos, México debe diseñar una estrategia multidimensional, comprensiva, inteligente y audaz que marque prioridades, señalaron académicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.

En conferencia de medios, José Luis Valdés Ugalde, José Luis Orozco Alcántar y Mariana Aparicio Ramírez insistieron en que nuestro país debe plantearse un camino hacia la diversificación de mercados.

Valdés Ugalde apuntó que no existe la certeza de cuáles son los puntos concretos de la agenda bilateral y, pese a ello, el presidente de México pide unidad nacional a una sociedad golpeada por una serie de inequidades e injusticias, errores históricos del Estado, que exige una explicación clara de la hoja de ruta. “El gobierno mexicano no nos ha propuesto un plan comprensivo de acción frente a Donald Trump”.

Explicó que nos encontramos en un parteaguas, pues probablemente tengamos una variación importante en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “Habrá que esperar una definición de la agenda entre ambos mandatarios”.

Asimismo, consideró que debería haber un plan B respecto a la negociación del TLCAN, toda vez que el flujo de comercio con Estados Unidos no desaparecerá de la noche a la mañana. Puede recurrirse a instancias importantes para detener algunos de los temas estadounidenses, pero también avanzar en otros de México, indicó.

En el auditorio Pablo González Casanova de la FCPyS, Valdés Ugalde comentó que el proyecto del presidente estadounidense es aislar a su país, “de alguna manera tiene un plan proteccionista y aislacionista de la otredad, que se percibe en todas las decisiones que está tomando en su relación con otras civilizaciones, religiones, sociedades y creencias. Sus decisiones son una bomba de tiempo”.

En tanto, Aparicio Ramírez opinó que estamos ante un proteccionismo selectivo de Trump, es decir, comprar y contratar para Estados Unidos, lo que implicaría dos escenarios en términos comerciales para México: una estrategia impositiva y la renuncia de acuerdos comerciales de corte bilateral, situación que significaría en el corto plazo un enfriamiento de las relaciones entre ambas naciones.

Estamos en un momento en el que se deben redefinir los intereses nacionales y determinar cómo reestablecer esta relación para que nos pudiera proyectar hacia futuro.

“Si México renuncia o no al TLCAN, si ratifica o no el Tratado de Asociación Transpacífico (TTP), puede ser un buen incentivo la iniciativa de integración Alianza del Pacifico. Habría que pensar en la necesidad de una estrategia política interna que incorpore el trabajo con valor agregado respecto a los planteamientos de Trump sobre la renuncia al TLCAN”.

Por su parte, Orozco Alcántar señaló que la llegada de Trump no es una sorpresa histórica, “no viene de la nada, no surgió por un engaño al pueblo estadounidense; es, indiscutiblemente, un personaje norteamericano”.

Tras cuestionar cómo hacer en nuestro país una sociedad más igualitaria, más allá de la defensa de un presidente (el de México) que ha optado por tratar en silencio asuntos de verdadera importancia, como el muro, indicó que estos asuntos se tratan por ‘gente que sabe’, “los demás no sabemos, mientras tanto, tenemos que proteger al presidente, que nos dará ‘un montón de cosas’ si lo dejamos tranquilo”, concluyó.