• Una de las estrategias planteadas es por invitación directa a académicos, estudiantes y administrativos.

Por: Redacción/

La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) aplica durante enero encuestas epidemiológicas entre su población estudiantil, académica y administrativa, con la finalidad de supervisar y evaluar la salud de su comunidad en la actual pandemia del COVID-19.

“El modelo que estamos implementando consiste en vigilar y hacer un diagnóstico adecuado de cada una de las cinco unidades” –Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztapalapa, Lerma y Xochimilco– porque cada una tiene características particulares, afirmó el doctor Pablo Francisco Oliva Sánchez, docente del Departamento de Atención a la Salud de la Unidad Xochimilco.

Para tal efecto invitó a los miembros de esta casa de estudios a que acudan con el grupo de expertos que realiza este trabajo de investigación operativa, que “puede servir a la Ciudad de México como parámetro de un segmento específico y dar una idea de lo que está ocurriendo con la aplicación de políticas públicas”.

Este esquema de supervisión epidemiológica, basado en encuestas de salud como una muestra representativa, fue diseñado desde la Rectoría General junto con el inmunólogo Rafael Bojalil Parra, adscrito al Departamento de Atención a la Salud, y los doctores José Luis Pérez Ávalos y Carlos Contreras-Ibáñez, coordinadores de las licenciaturas en Medicina y en Psicología Social de las unidades Xochimilco e Iztapalapa, respectivamente.

Al participar en el Ciclo: Martes y jueves de divulgación de la ciencia, con la conferencia Vigilancia epidemiológica de COVID-19, Oliva Sánchez precisó que “si bien no vamos a hacer pruebas rápidas a todos, sí podemos estimar el porcentaje de individuos que ha tenido contacto con el virus y también preguntar sobre salud mental y enfermedades crónicas, factores que tenemos que estar vigilando”.

Una de las estrategias planteadas es por invitación directa a académicos, estudiantes y administrativos, señaló en la actividad presentada por la licenciada Cecilia Ezeta Genis, responsable del proyecto de Divulgación de la Ciencia.

En principio se apela a la voluntad de los participantes, pues no se trata de consultas privadas sino de un servicio de salud y una técnica de indagación operativa en la que la persona que acepte deberá responder un cuestionario de riesgo y no su historia clínica.

Este procedimiento aportará una percepción del estado de salud general y se medirán peso, talla, presión arterial y niveles de glucosa para brindar consejería directa en relación con los hallazgos, por medio de recomendaciones para recibir atención respecto de enfermedades crónicas.

Oliva Sánchez destacó el concepto de sindemia que este modelo permitirá, ya que será posible buscar la presencia de enfermedades crónicas, además de la prueba rápida para detectar SARS-CoV-2 y rastro inmunológico, debido a que esos padecimientos complican el panorama dado que el organismo no ofrece una respuesta inmunológica eficiente ante un patógeno que ha tenido una severidad de amplias consecuencias en México.

A diferencia de otros países, “hemos tenido bastantes cuadros graves y muchos decesos debido a que vivimos con mucha miel en la sangre y con tanta vitamina ‘T’, de tacos, tamales y tortillas, por lo que la gente está con sobrepeso y obesidad”.

Aun cuando esta iniciativa trata de evaluar el estado de salud de la comunidad, lo fundamental sigue siendo “la corresponsabilidad de todos para usar cubrebocas, guardar la sana distancia y lavar las manos constantemente para evitar un mayor número de contagios”, recalcó.