Por: Redacción/

Más de la mitad de la población mundial tiene acceso a Internet y goza por esto de grandes beneficios: México no es la excepción, ya que en 2017 el número de usuarios–de acuerdo con cifras de los institutos Federal de Telecomunicaciones (IFT) y Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)– fluctuaba en 71.3 millones, lo cual es significativo si se toma en cuenta que en 2006 había tan sólo 12 millones de internautas, sostuvo la licenciada Guadalupe Michaca López.

No obstante, la brecha digital sigue siendo uno de los grandes desafíos para el país, ya que hay una concentración muy marcada de los servicios de la web en las zonas urbanas, mientras las rurales quedan rezagadas, aseveró la periodista especializada en telecomunicaciones, radiodifusión y tecnología.

Durante el Foro Previo Perspectivas y Prospectivas Respecto al Día Mundial del Internet, realizado en la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), resaltó que en México el creciente acceso a Internet obedece en parte a las reformas a la Constitución en materia de comunicaciones que en 2013 generó cambios regulatorios relevantes.

También se debe a las iniciativas que han impulsado, tanto el sector privado como la academia, los cuales se han esforzado por señalar, analizar y explicar lo disruptivo e innovador que ha devenido del mundo digital.

Empero, la especialista advirtió que 48 millones de personas en el país no tienen acceso a lo que sucede en internet a cada segundo y al menos 31 millones sigue comunicándose a través de tecnología 2G, es decir, tienen un dispositivo que sólo está habilitado para hablar y en todo caso para enviar mensajes de texto SMS, limitándose únicamente al mundo cuasi analógico de la telefonía móvil.

Esto puede deberse a que no tienen acceso económico a estos servicios o no cuentan con las habilidades digitales para aprovechar el potencial del internet y la tecnología, o porque en donde viven no existe la infraestructura para su acceso, como servicios móviles y redes extendidas de telecomunicaciones, lo que agudiza la brecha digital.

Ciertamente “nos encontramos en el umbral de la cuarta revolución tecnológica, es decir, frente a una ola de cambios innovadores que están modificando sin precedentes la forma como nos comunicamos, nos informamos, nos entretenemos, y en el que en gran medida producimos, y todo a través de internet, lo que nos está llevando hacia un ámbito hiperconectado”.

En el mundo se estima que existen ocho mil 485 millones de dispositivos conectados a la web, que incluyen smartphones, tabletas, computadoras, así como vehículos, semáforos, edificios y ciudades inteligentes.

En todo este universo de equipos, el smartphone es el preponderante, con 57 por ciento del total de los utilizados para conectarse, lo que subraya la importancia que estos aparatos representan en la vida cotidiana, además se calcula que para 2025 habrá más de 50 mil millones de unidades conectadas a través del Internet de las Cosas.

La periodista explicó que para poder dimensionar el tema es necesario conocer lo que sucede en internet en 60 segundos: casi mil millones de personas se conectan a Facebook, se envían 452 mil tuits, se generan 120 mil perfiles profesionales en la red Linked In y se suben alrededor de 46 mil 200 fotos a Instagram.

En lo que se refiere a la comunicación y el entretenimiento, el impacto no es menor, pues se envían 156 millones de correos electrónicos en sólo un minuto, 342 mil descargas de aplicaciones en la App Store y en Google Play, se visualizan 70 horas de contenido en Netflix y se reproducen 4.1 millones de horas en Youtube.

El maestro José Guadalupe Zúñiga Alegría, jefe del Departamento de Derecho en la Unidad Azcapotzalco, dijo que no obstante lo valioso de esta herramienta tecnológica, también hay efectos negativos o perniciosos, algunos que caen en el ámbito delictivo como el robo de datos personales e identidad, el fraude cibernético o delitos tan deleznables como la pornografía infantil.

Por lo que deberían buscarse maneras para que el internet sea normado o regulado jurídicamente para prevenir y sancionar conductas antisociales y delictivas, concluyó.

El Foro fue organizado por el Departamento de Derecho, la Academia Multidisciplinaria de Derecho y Tecnologías, A.C. y el Grupo Tribuna Derechos Humanos y Cultura Jurídico-Política.