Por: Redacción/

Al recibir las iniciativas resultantes del Segundo Año de Ejercicio del Parlamento Juvenil celebrado en la Cámara de Senadores, los diputados Fernando Rubio Quiroz y Rafael Hernández Soriano se comprometieron a impulsarlas en el Congreso de la Unión con miras a lograr un México más incluyente, democrático, próspero y sostenible para las futuras generaciones.

En conferencia de prensa con los jóvenes parlamentarios, los legisladores del Sol Azteca confiaron en que estas propuestas sean apoyadas por los demás grupos parlamentarios a fin de revertir la exclusión de la que mayoritariamente son objeto por parte del gobierno priista, a grado tal que millones de niñas, niños y jóvenes sobreviven en el hambre.

Fernando Rubio Quiroz, Coordinador de Desarrollo Sustentable del GPPRD señaló que, con propuestas progresistas y de vanguardia como las presentadas en esta ocasión, particularmente en materia de cuidado del medio ambiente, el Parlamento Juvenil se pronuncia por un cambio en paradigmas en las políticas públicas, de modo que éstas sean en pro del desarrollo, la equidad y el reconocimiento de derechos humanos para todas y todos.

“Los jóvenes –dijo- están rompiendo con los esquemas de los años 70; los viejos políticos creen que esas políticas funcionaron, pero en realidad nos llevaron a la quiebra. Piensan repetir ese esquema nuevamente. Los jóvenes decimos: no estamos de acuerdo; los jóvenes pedimos un presente alegre y un México próspero para las futuras generaciones”.

Criticó la demagogia de quienes dicen defender el medio ambiente, pero en los hechos lo agreden con acciones prepotentes, como el aterrizar en helicópteros en áreas naturales protegidas o como quien dice proteger la salud de las y los mexicanos, y, sin embargo, recorta miles de millones de pesos al presupuesto de todos los programas habidos y por haber.

Rafael Hernández Soriano, por su parte, criticó al gobierno por hacer de los jóvenes los grandes excluidos del sistema político mexicano, como lo muestra el que hoy hay cuatro millones de ellos sin escuela; 21 millones de niñas, niños y jóvenes que se van a dormir sin haber ingerido alimento alguno en el día; millones de hombres y mujeres sin empleo.

Valoró el que, entre las iniciativas presentadas, las haya relativas al desarrollo social, como la creación de un “banco de alimentos”, prevención del cambio climático, educación ambiental, trabajo digno, derecho al agua y movilidad, derechos todos plasmados a nivel declarativo en la Constitución, pero sin referente concreto en la realidad.

“Por eso es importante que busquemos acercamiento con los demás partidos, porque México no puede resistir más que haya confrontación elección tras elección; lo que necesitamos es que haya confluencia en una agenda que, como ustedes están planteando, atienda más allá del sexenio y las necesidades del país, probablemente de aquí al 2030. Pero diría yo que también más allá del 2030, que es lo importante para nuestra nación”, puntualizó.

Consideró preocupante que, según revelan algunas encuestas, muchos jóvenes son conservadores en temas como el matrimonio entre personas del mismo sexo y la interrupción legal del embarazo, pues en el fondo se trata del tema de la libertad y los Derechos Humanos.

Se congratuló, por otra parte, de que esta presentación haya sido por una comisión plural en la que destacadamente participan jóvenes panistas y perredistas, pues son ellos quienes a la vuelta de los años dirigirán el país y qué mejor que sea en un ambiente de consensos y confluencias para acabar de una vez por todas con las políticas trianuales y sexenales que en cada época electoral polarizan al mismo Congreso.

Andrés Hernández Alcántara y Óscar Sánchez, quienes entregaron las iniciativas, informaron que en las sesiones del Parlamento Juvenil contaron con la participación de la ONU y el Foro Económico Mundial, pues el tema principal fue la Agenda 20-30 y los objetivos de desarrollo sostenible.

Solicitaron al Congreso de la Unión su apoyo para el impulso de estas iniciativas y esta Agenda, así como para destrabar el tema de la Convención Nacional Iberoamericana que desde 2015 firmó México en Badajoz, España, pero cuyo contenido no ha ratificado.