Por: Redacción/

La entrevista telefónica y las encuestas por Internet para medir preferencias son procesos diferenciados que, sin embargo, incorrectamente están siendo equiparados a los sondeos presenciales, advirtieron expertos de empresas de investigación y análisis que reportaron divergencias de entre 82 y 62 por ciento en los índices de aprobación a la gestión del gobierno federal de México, un año después de las elecciones presidenciales.

En favor de la actuación del presidente Andrés Manuel López Obrador en esta primera etapa de su administración se declaró 82 por ciento de los consultados cara a cara, 62 por ciento vía electrónica y 77 de cada cien por teléfono, refirió Francisco Abundis Luna, miembro de Parametría, al hablar en la mesa A seis meses, ¿hay transformación?, efectuada en la Sala Cuicacalli de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Respecto de los distintos métodos para medir tendencias explicó que los ejercicios por teléfono no capturan ni la mitad de la población, pues excluyen a los sectores más pobres y lo mismo ocurre con la Web; por ejemplo, Nuevo León registra una cobertura telefónica de 80 por ciento, contra 20 por ciento en Chiapas y Oaxaca, lo que refleja dos perfiles de ciudadanos muy distintos.

Sin embargo, “empresas conocidas como concentradoras mezclan las diferentes encuestas, combinan peras con manzanas, sin hacer la aclaración metodológica”, además que se está exagerando con los resultados de los comicios de junio en Aguascalientes, Baja California, Durango, Puebla, Quintana Roo y Tamaulipas, en los que Andrés Manuel López Obrador no estaba en las boletas.

En estos procesos electorales locales la participación fue baja –30 puntos porcentuales– en relación con la elección presidencial de 2018, en la que sufragó 63 por ciento del electorado, por lo que es un error querer verlas como una validación o reprobación al titular del Poder Ejecutivo Federal.

Para el sociólogo Ricardo de la Peña, miembro de Investigaciones Sociales Aplicadas (ISA), la expectativa del gobierno de López Obrador ha variado muy poco, pues “al inicio de su gestión tenía 57 por ciento y al mes de junio se mantiene en 55 puntos, de acuerdo con la medición de GEA ISA, e incluso se conserva la expectativa de que la economía va a mejorar para el próximo año”.

El doctor Lauro Mercado Gasca, director general de Mercaei. Visión estratégica de mercados, comentó que después de un año de los comicios de julio de 2018 sí ha habido transformación o acciones que buscan un cambio, “aunque lo importante es determinar hacia dónde vamos, pues esas decisiones han causado baja inversión, caída en la calificación de la deuda del gobierno y sus empresas, lo que ha ocasionado un deterioro económico que se empieza a percibir”.

El experto en investigación de mercado, estudios sociales y de opinión pública consideró que “la inseguridad ha crecido más que en otros sexenios, la economía ha caído, ha aumentado el desempleo y muchas personas han visto disminuir sus ingresos por la modificación a los programas sociales”.

El efecto de esta problemática se manifestó en las recientes elecciones de Aguascalientes, Baja California, Durango, Puebla, Quintana Roo y Tamaulipas, procesos en los que los votos que obtuvieron los partidos fueron a la baja con relación a la elección presidencial de 2018, concluyó.