Por: Redacción/

El SARS CoV-2 que produce el coronavirus COVID-19 es un virus muy agresivo que mutó y ante el cual el sistema inmune humano no tiene mecanismos de defensa, por lo que posee la capacidad de infectar a cualquier persona, explicó el doctor Jaime Bustos Martínez, académico de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Esa nueva cepa pertenece a los llamados virus respiratorios, entre los cuales se encuentra la influenza, que normalmente ha causado enfermedades del tipo por mucho tiempo y que puede cambiar su información genética y volverse más agresivo.

En este grupo emergieron otros también mutados, incluidos el SARS y el del Medio Oriente, que junto con el SARS-CoV-2 son más patógenos que aquellos ya presentes y tienen el potencial de detonar pandemias, dijo el responsable del Laboratorio en Microbiología y Biología Molecular de esa sede universitaria.

En México, las medidas preventivas dictadas por la Secretaría de Salud –no saludar de mano ni de beso, lavarse las manos con frecuencia y estornudar tapándose la nariz con un pañuelo desechable o con el antebrazo– deben continuar para evitar la diseminación del virus y los problemas que ya registran varios países en Europa.

La pandemia está causando a nivel mundial gran inquietud y pánico desmedido, pero la mayoría de las infecciones es leve, si se considera que 80 por ciento de los infectados ha tenido una sintomatología menor, parecida a un resfriado común; otro 15 por ciento ha tenido reacciones más graves y cinco por ciento necesitará hospitalización; del total, tres por ciento fallecerá.

Bustos Martínez recomienda cuidar a las personas de riesgo, entre ellas las de la tercera edad, porque su sistema inmune ya está debilitado, así como a aquellas con patologías susceptibles a la infección del virus: alergias, problemas respiratorios o deficiencias.

La sintomatología leve de alguien con coronavirus es fiebre, tos, dolor de garganta y a veces diarrea, pero si el cuadro se agrava se presentan problemas respiratorios como la neumonía que puede empeorar y causar la muerte si el paciente no es atendido a tiempo.

“Si la población no tiene esta sintomatología no tendrá por qué alarmarse si guarda las medidas que nos está dictando la Secretaría de Salud para evitar que se siga diseminando y cause mayores problemas”.

El especialista, quien trabaja en la línea de investigación Epidemiología molecular del estafilococos aureus en la comunidad mexicana, dijo que el origen del coronavirus es su relación con otros semejantes genómicamente a él y que podrían ser sus hermanos el SARS COV2 y el MERS-COV.

Incluso cuando inició la epidemia del SARS empezó a buscarse porqué contagia al humano, encontrando que el reservorio normal de los coronavirus son los murciélagos, pues en el caso del SARS el quiróptero lo pasó a la civeta –un tipo de gato silvestre– y de ésta al humano.

En el caso del MERS-COV el murciélago es el reservorio y él lo transmitió al camello y éste al humano; en cuanto al SARS COV2 su origen es también un murciélago, pero no se ha encontrado al animal fuente entre éste y el humano.

El doctor Bustos Martínez mencionó que la razón por la que China es el foco de la generación de una gran cantidad de virus: nuevos tipos de influenza, SARS y SARS COV2 es su cultura, puesto que sus mercados comercializan animales silvestres.

En un mundo globalizado donde la transferencia y la movilidad es grande, el virus empezó a diseminarse y aunque los chinos trataron de contenerlo no fue posible, migró a otros países, principalmente Europa, donde ahora es el “punto neurálgico y no sólo ahí, sino en la mayoría del orbe donde ya está presente”.