Por: Redacción

El compromiso verbal de liderazgos del PRI de no proteger a ex gobernadores ni ex legisladores vinculados a delitos tiene que traducirse en hechos tangibles y no obstruir los procesos de desafuero ni juicios políticos, afirmó el diputado federal del PRD, Rafael Hernández Soriano.

En su opinión, el nivel de corrupción de gobiernos priistas, principalmente, se ha desbordado y en un intento de control de daños ahora dicen tener disposición de retirar la protección legislativa que les han brindado.

“El velo de protección legislativa que ha tendido el PRI sobre varios ex funcionarios públicos ya no es sostenible o está rebasado, por ello ahora se suman al clamor de la oposición que pugna por combatir la corrupción y la impunidad”, añadió el también Secretario de la Comisión de Gobernación.

Recordó que al ex gobernador de Veracruz Javier Duarte el PRI lo protegió y solapó sus pillerías durante mucho tiempo a pesar de innumerables señalamientos de que usó el cargo público para enriquecerse, sin embargo, ante la imposibilidad de continuar con su protección ahora le da la espalda.

Javier Duarte es un monumento a la corrupción e impunidad y debe responder ante la justicia por ello, sin embargo no es el único caso, tenemos ex mandatarios priistas y de otros partidos, entre ellos de Quintana Roo, Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León, Aguascalientes y Sonora, sólo por citar algunos,

Una muestra clara de que el PRI está comprometido en combatir la corrupción es agilizar las solicitudes de juicio político, no obstruir el trabajo en la Sección Instructora que tiene requerimientos de la Fiscalía de Veracruz contra un diputado ex colaborador de Duarte, actuar como grupo parlamentario en contra de otros legisladores de su bancada que están señalados de ser parte de la red de complicidad del ex gobernador veracruzano; estas serían muestras tangibles de ese compromiso, añadió Hernández Soriano.

El daño al país que han causado estos malos funcionarios es enorme, no sólo a las finanzas públicas sino a la credibilidad de las instituciones, por ello, más que palabras lo que la sociedad espera ya, son hechos, caiga quien caiga, externó.