Por: Redacción/

Un gran desafío para el gobierno de México representa otorgar atención y medicinas gratuitas mediante el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), un programa que representa un viraje profundo a la política neoliberal de los últimos 36 años, afirmó el doctor Gustavo Leal Fernández, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

“Está en curso una brutal y peculiar cruzada contra el INSABI que pretende igualar el tema de la salud con la situación económica y la seguridad, que son los grandes pendientes de la agenda de la denominada Cuarta Transformación (4T)”.

La campaña mediática no tiene otro objetivo que restaurar lo que se pueda del Seguro Popular, el último eslabón de un amplio proceso privatizador en el sector iniciado por el ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado, aseguró en entrevista para el programa Radio Centro Noticias, con Julio Astillero.

El académico del Departamento de Atención de la Salud de la Unidad Xochimilco estableció que la operación –orquestada con muchos recursos, pues dispone de “opinólogos” en medios escritos, la radio y la televisión– pretende evidenciar “que no existe una proyección de lo que quiere hacer la 4T en esta área, aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador está tratando de compensar esta ofensiva sin precedente”.

Sin embargo, la propuesta oficial enfrenta la prueba de fuego de la implementación y tiene ante sí, entre otros grandes desafíos: generar recursos para el financiamiento; resolver el capítulo laboral de los trabajadores de la salud y el fomento de una cultura no gerencial que busque producir un servicio ordenado, lo cual tampoco se logró desde Miguel de la Madrid hasta Enrique Peña Nieto.

Si bien la falta de medicamentos y retrasos en las citas médicas son problemáticas ya existentes, “el fondo es la forma como López Obrador comunicó el tema, pues desde que ganó la elección presidencial insistió sobre el programa de medicamentos gratuitos y servicios sin costo”, aunque pudo haber precisado que se trata de un programa innovador con un esquema gradual y regulado que establece 180 días para alcanzar la gratuidad.

“La comparación con países nórdicos no fue afortunada pues existen otros ejemplos más cercanos, como España y Portugal, aunque ambos poseen mayores recursos para el financiamiento y cuentan con un servicio estructurado, que en el caso mexicano la tecnocracia barrió”.

Basta considerar, dijo, que en el caso del Seguro Popular la cifra que ha asumido el INSABI es de 88 mil trabajadores –aunque pueden ser 160 mil– para un proceso de basificación, “que esperemos se concrete ya que antes no fue atendido el capítulo laboral”.

El desafío que tiene enfrente el gobierno de la Cuarta Transformación es muy grande, pero “hay que aplaudir el viraje profundo” pues se está instrumentando una política no neoliberal por primera vez en 36 años.

López Obrador ha identificado que el neoliberalismo es igual a corrupción y ha ofrecido acabar con este flagelo para destinar el ahorro a la dotación de recursos para políticas públicas, “pero la misión de un sistema de salud no es el financiamiento, sino que se subvenciona para prestar servicios y el eje debe estar en que mejore la condición de salud de la población y que la atención sea mejor, dicho de otra manera: el patrón es el usuario, no el código de financiamiento”, concluyó.