Por: Redacción

César Camacho, coordinador del grupo parlamentario del PRI, señaló que la democracia no es solamente el acceso legítimo al poder, sino la eficacia con la que se ejerce; de ahí, destacó, la importancia de trabajar y construir resultados, que “es lo que el pueblo exige”.

Durante el Foro “La República Triunfante”, el legislador señaló que la soberanía es del pueblo y si se ejerce es por mandato del pueblo, el cual se renueva constantemente, por lo que “si alguien en la nueva arquitectura constitucional mexicana aspira a tener una oportunidad más a contender por un cargo público, tendrá que someterse al escrutinio ciudadano”.

Añadió que Benito Juárez no fue un testigo sino un protagonista, un militante de la libertad, liberal de su tiempo; ese podía ser un elemento irreductible de su alma.

“Un santo laico que por su conducta recta y patriótica se convirtió republicanamente en el primero entre sus iguales, un hombre culto que tenía como materia prima para trabajar la realidad de todos los días, un abogado honrado nunca ingenuo y menos irrespetuoso con lo que otros pensaban”, indicó.

Agregó que Juárez “no fue el ideólogo ni el jurista de la reforma, tuvo el acierto de convertirse en líder para dirigir aquellos que parecían gigantes; era un idolatra de la ley, pero no de la ley en un término formal, sino como vehículo para alcanzar la justicia”.

Hoy hemos querido resaltar su definitiva participación no sólo en la resistencia ante el Segundo Imperio, sino el triunfo de la República y su completa restauración, pues “no sólo decretó la reforma, triunfó contra la invasión, derrocó el imperio y dejó respetada, libre e independiente a la patria mexicana”.

César Camacho consideró que al conmemorar el legado de Don Benito Juárez se debe ratificar el respeto absoluto de los derechos de las personas y privilegiar la libertad y el acatamiento de las leyes.

“Hoy la transparencia y la rendición de cuentas son ya valores inherentes a la República y la democracia, ya que la ciudadanía exige muchos y buenos resultados. Es la oportunidad para ratificar compromisos con la sociedad al margen de militancias partidarias y coyunturas políticas por México y la República Triunfante que todos queremos ser”, concluyó.

El director general del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP), Sadot Sanchez Carreño, señaló que “con Benito Juárez la ley adquiere el más vivo rostro y su más confiable albacea”, vocación de vida que aprendió en el instituto de Ciencias y Artes en Oaxaca, en donde se convirtió en rector supremo.

“Hoy, en el 150 aniversario de este hecho de 1867, celebramos en este recinto, lugar mudo y testigo de su vida sencilla, austera y sobria, la personalidad de Juárez, honesta e insobornable, lo que constituye una suprema lección de moral cívica, y su virtud republicana que uniformó y dio forma a las instituciones públicas”.

El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado de la República, Enrique Burgos García, aseguró que en la actualidad la vigencia de la República tiene que reconstruirse todos los días, pues el tema social sigue siendo uno de los requerimientos a los que cada uno, en su responsabilidad personal y constitucional, tendrá que atender.

Agregó que el presente existe, pero si no hay un presente construido, edificado y consolidado no se logrará edificar un futuro y por ende, no se tendrá una República eterna.

Benito Ramírez Marcial, presidente municipal de Guelatao de Juárez, Oaxaca, señaló que el Benemérito de la Américas tenía claro que el respeto a los derechos humanos era la columna vertebral para conseguir una verdadera interacción social.

Juárez decía que en las instituciones el pueblo mexicano es el árbitro de su suerte; también sostenía que se debía cooperar para heredar a las nuevas generaciones un mundo de prosperidad amando la independencia y la libertad. Y es urgente fortalecer este concepto, afirmó Ramírez Marcial, para lograr cambiar la pobreza, la marginación y la discriminación aún presente en la sociedad mexicana.

Eduardo Carlos Bautista Martínez, rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, mencionó que a 150 años “se desea recordar y apreciar el sueño liberal de Juárez para alcanzar el bienestar y la prosperidad en beneficio de todos los habitantes.

Afirmó que la idea de prosperidad concebida por el Benemérito de la Américas solo podría alcanzarse con un inviolable respeto a las leyes y la obediencia a las autoridades elegidas por el pueblo, es decir, cuando se tenga un pueblo educado que conozca sus derechos que sepa elegir y ponga límites precisos factibles a las acciones de sus gobernantes.

Patricia Galeana, directora del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, sostuvo que Juárez es el símbolo de la soberanía nacional, de la laicidad del Estado y la reivindicación de la raza sometida.

Juárez nos dejó la doctrina establecida en el artículo 89 de la Constitución “La Doctrina Juárez”, defendiendo lo que debería ser la línea de política de exterior en México en cuanto a la igualdad de los Estados y el respeto a la autodeterminación de los pueblos y la no intervención.

Mario Antonio Villegas, Muy Respetable Logia del Valle de México, señaló que el principal activo de nuestro país deben ser las mujeres y hombres con una reconocida estatura moral, así como el que se valore a los componentes de la vida democrática con los que hoy contamos, que son el Estado de derecho, sistema electoral, sistema de partidos, colaboración de Poderes, Estado laico, democracia representativa y participativa, reconocimiento a nuestros pueblos, a nuestros barrios originarios y comunidades indígenas.

Manifestó que en estos momentos difíciles que vive nuestro país la verdadera restauración empieza cuando en nuestro fuero interno “recuperamos las ideas elevadas, revindicamos nuestros actos y vamos al encuentro de nuestros congéneres y seres queridos”.