En la Sesión Permanente de la Comisión de Secretarías Ejecutivas de Protección Integral de los Sistemas Nacional y de las entidades federativas se presentó una investigación del Observatorio Materno Infantil (OMI) de la Universidad Iberoamericana (UIA) Ciudad de México, que compila, sistematiza y difunde datos sobre la situación alimentaria de madres, hijas e hijos en México.

Los estudios sobre la primera infancia permiten diseñar acciones conjuntas de las autoridades de los tres órdenes de gobierno, a fin de respetar el derecho a la salud de la población de niñas y niños entre cero y cinco años de edad, así como la atención a sus madres desde la gestación hasta la lactancia.

Ello se relaciona con la atención nutricional maternoinfantil frente a la obesidad, el sobrepeso, la desnutrición, la anemia y el retraso de crecimiento, así como con la lactancia materna exclusiva.

Durante el evento organizado como parte de las tareas de la Secretaría Ejecutiva (SE) del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), adscrita a la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), la profesora e investigadora del Departamento de Salud de la UIA y responsable del OMI, Mónica Ancira Navarro, informó que el observatorio puede apoyar las actividades de los sistemas de protección en el tema de alimentación y cuidados de niñas y niños menores de cinco años de edad.

Respecto a la obesidad en la primera infancia, la investigadora habló de intervenciones que aumenten la actividad física, consumo adecuado de frutas y verduras, acceso a dietas de alta calidad nutricional y prácticas de alimentación adecuada en edades tempranas, lo que implica –entre otros aspectos– el consumo limitado de alimentos con alta densidad energética y ultraprocesados, al igual que bebidas azucaradas.

Consideró que los retos relacionados con la nutrición deben posicionarse en la agenda pública, especialmente, durante la maternidad y la primera infancia, y destacó que también es favorable reforzar el conocimiento entre el personal médico.

Enfatizó acciones positivas como el fortalecimiento de las capacidades y conocimientos de profesionales de la medicina y de enfermería que atiende a esta población en aspectos alimenticios que abarquen el ciclo de preconcepción, embarazo, posparto, infancia temprana y preescolar.

En este sentido, también es favorable optimizar el estado nutricional de las mujeres en edad reproductiva, mejorar la calidad de la dieta en personas embarazadas y promover la lactancia materna exclusiva.