Por: Redacción/

Con atención a visitantes, así como a comunidades y escuelas de Morelos, este domingo concluyó la exposición

Dedicada al Jefe del Ejército del Sur, fue admirada por turistas de Estados Unidos, Francia, España, Argentina, China y Colombia, entre otras nacionalidades

Este domingo concluyó la exposición Emiliano. Zapata después de Zapata en el Museo del Palacio de Bellas Artes (MPBA), la cual contabilizó más de 130 mil visitantes y propició una reflexión en torno a la capacidad del arte para llamar al debate público y señalar a una sociedad lo que es necesario cambiar a través de la libertad de creación y derecho a la libre expresión, así como del diálogo y la colaboración.

Hoy, el Palacio de Bellas Artes recibió al último grupo de estudiantes procedentes de la comunidad de Axochiapan, invitados al igual que diferentes escuelas primarias, personas de la tercera edad, grupos artísticos y familias de comunidades de diferentes municipios de Morelos, según el acuerdo con descendientes del General Emiliano Zapata.

Se estima que a lo largo del periodo de exhibición se atendió a más de 600 personas procedentes de las comunidades de Chamilpa, El Cebadal, Santa María Ahuacatitlán, Ayala, Cuautla, Axochiapan, Tenextepango y otras regiones de Morelos, quienes recibieron visitas guiadas especializadas, recorridos por el Palacio de Bellas Artes y talleres diversos.

Organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), dicha muestra reunió 146 obras de los más destacados artistas mexicanos, y algunos extranjeros, con la finalidad de rendir homenaje al Caudillo del Sur en el Centenario de su muerte, siendo en la actualidad el rostro más visible y el más abordado del México moderno por las diferentes ramas del arte.

Hoy también se recibió, por ejemplo, a un numeroso grupo de trabajadores y sus familias de la Asociación de Bancos de México.

Diversidad, característica de la muestra

Fotografía, pintura, escultura, obra mural, gráfica, dibujo, arte objeto, técnicas mixtas, video, libros, instalaciones y objetos personales del Jefe del Ejército del Sur formaron la exposición Emiliano. Zapata después de Zapata. Las obras pertenecen a más de 70 artistas mexicanos y extranjeros, y proceden de 68 colecciones públicas y privadas.

Las obras, en su conjunto, pusieron de relieve que para millones de personas, Emiliano Zapata (1879-1919) encarna la raza, el amor a la tierra y la lucha social. Sus imágenes han aparecido y dado vida a protestas y movilizaciones tan distantes como la del movimiento estudiantil de 1968, el movimiento chicano por los derechos civiles, el levantamiento indígena zapatista en Chiapas en 1994 o las protestas pro-migrantes de los últimos 20 años en Estados Unidos, así como los derechos de comunidades diversas.

La muestra se dividió en diferentes apartados, cada uno con su propias características y autores: Líder campesino, en el que se reunieron numerosas fotos de Zapata como charro revolucionario y su ejército de hombres y mujeres, así como grabados y pinturas y un video de su funeral. Destacaron aquí las obras de Agustín Víctor Casasola, Luis Arenal, Ernesto García Cabral, Jorge González Camarena, María Izquierdo, José Clemente Orozco y José Guadalupe Posada, entre otros.

En La fabricación del héroe de la nación, obras de David Alfaro Siqueiros, Miguel Covarrubias, Leopoldo Méndez, Fermín Revueltas y Diego Rivera mostraron a un Zapata transformado en símbolo de la nación, apropiado por la naciente clase política mexicana. Destacaron aquí “el primer Zapata” pictórico: el cuadro cubista de Rivera titulado Paisaje zapatista (1915).

Un tercer apartado, Imágenes migrantes, dio cuenta de la figura del Zapata extraído de su terruño para encabezar, desde Estados Unidos, luchas de chicanos, trabajadores agrícolas y por los derechos civiles, a través de pinturas y carteles de artistas como Alfredo Arreguín, Roberto Chávez, Graciela Iturbide, Grupo 65, Emanuel Martínez y Rubén Ortiz Torres.

Otras revoluciones representó la imagen de Zapata deconstruida para simbolizar movimientos de masas, como el 68 mexicano, la lucha de guerrillas del sur del país y los movimientos por la igualdad de género. Destacaron aquí obras de Arnold Belkin, Mariana Botey, Alberto Gironella, Felipe Ehrenberg y Julio Galán, entre otros.

El INBAL y el Museo del Palacio de Bellas Artes realizaron además un amplio programa de actividades complementarias para la muestra Emiliano. Zapata después de Zapata, como la edición de un libro con el apoyo de la Fundación Mary Street Jenkins, con textos de especialistas y entrevistas a diversas personalidades; mesas redondas, un recorrido virtual, un ciclo de cine organizado en colaboración con la Cineteca Nacional, sesiones de dibujo y talleres de creación de panfletos.

Además, para atender a públicos más amplios se realizaron trabajos digitales, como videos en Lengua de Señas Mexicana, audios en náhuatl y audios explicativos de objetos de la exposición; un video introductorio restaurado por la Filmoteca de la UNAM, una línea del tiempo, un interactivo sobre la iconografía de obras de la muestra; módulos de consulta con libros, audios y vídeos relacionados con los contenidos de la exposición; la aplicación para dispositivos móviles ArtGuide (audioguía interactiva narrada por el curador), proyecciones en recintos con murales como Palacio Nacional, SEP, Palacio de Cortés y Universidad Autónoma de Chapingo y una playlist, curada por la cantante y compositora Lila Downs, formada por canciones asociadas a los temas de la exposición que los visitantes escucharon en la plataforma Spotify, entre otras actividades.

Con esta cantidad de obras y de actividades paralelas, la exposición fue visitada por más de 130 mil personas procedentes de todo el país, así como del extranjero, principalmente Estados Unidos, Francia, España, Argentina, China y Colombia, entre otras nacionalidades.

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