Por: Iudex

Días atrás se dio a conocer la renuncia de Edgardo Codesal del cargo de director del área técnica de la Comisión de Arbitraje, supuestamente porque tenía una relación desgastada con los árbitros de más categoría, mismos que se encargaron de llamar a la junta que derivó en la decisión del ex árbitro uruguayo, nacionalizado mexicano.

Con la salida de Codesal, se crean muchas dudas con relación a lo que sucederá con el arbitraje mexicano, preguntas que son muy fáciles de resolver y es que lo único cierto en torno a todo esto, es que nada va a cambiar, el problema de nuestros silbantes no radica completamente en los directivos, sino que la mayoría de los problemas están entre ellos.

Dentro de esta organización existe un grupo de poder, el cual está conformado por los árbitros experimentados, llámese Roberto García Orozco, Francisco Chacón, José Luis Camargo, entre otros, que se encargan únicamente en dañar y crear conflictos internos con el fin de ser ellos los que reciban más partidos, como pasó con García Orozco y Camargo, quienes solo se perdieron una jornada.

Son ellos los encargados de cerrar el gremio y casi no darle oportunidades a los árbitros jóvenes que vienen de la liga de ascenso y eso se vio reflejado el fin de semana pasado, cuando Codesal puso a puros novatos a participar en el torneo, fue ese el motivo del enojo y el motivo que llevó a la famosa junta para que corrieran a Edgardo.

Lo antes mencionado es el problema del arbitraje mexicano, no son los directivos si no los propios árbitros, esos que se encargan de que los “jóvenes” no tengan posibilidades en el máximo circuito y seguir así con un círculo vicioso que lleva siempre a un mismo lugar, a los errores que jornada tras jornada se hacen presentes en nuestro futbol.

Esto va a seguir, no importa quien ocupe el lugar de Codesal, para que haya un cambio verdadero en el sistema arbitral de nuestro país, se necesita cambiar el esquema con el que se está trabajando y sancionar con mano dura a los árbitros que no hacen bien su trabajo, en lugar de renovarles el Gafete FIFA como pasó días atrás.

Eso no les sirve como incentivo para mejorar en sus actuaciones y torneo tras torneo lo demuestran, en su falta de juicio, en su falta de conocimiento de las reglas y en su falta de condición física que les hace marcar una falta con 10 metros de distancia y, por ende, hacerlo mal y es que, ¿cómo va a ser posible que árbitros con sobrepeso corran por 90 minutos?.

Es así como se vive el arbitraje, lleno de compadrazgo y de grupos de poder que solamente se preocupan por el bien personal y el gran beneficio económico que les deja pitar cada ocho días.