Por: Redacción

El trabajo poético de casi una década recoge el libro Muda, de Ernesto Hernández Busto (La Habana, Cuba, 1968), dividido en dos secciones: Mundo flotante y Ley del paisaje, acompañadas de una serie de notas realizadas por el propio autor sobre algunos de los poemas incluidos en la obra editorial.

En entrevista, Ernesto Hernández Busto explicó que este volumen, primero que realiza en el género de poesía, es una declaración de un trato subterráneo con el género que presenta la idea de un cambio.

El autor, quien reside en Barcelona, España, desde 1999, señaló que utiliza la poesía como un instrumento de valoraciones vitales por lo que en Muda el lector se encontrará con poemas que resumen una época y con las que se explicó a sí mismo cosas y situaciones de la vida.

“Intento ir más allá de la teoría lírica, intento moverme a un terreno en el que uno piensa los sentimientos, reflexiona sobre éstos y siente los pensamientos. La poesía es un terreno donde se pueden comunicar esos dos mundos. Más que mantenerlos como una cosa separada, también es la búsqueda de una zona en la cual el lenguaje esté comunicando ese momento.

“Me interesó mostrar una poesía anónima popular, así como una poesía sofisticada muy personal elaborada intelectualmente. También lo que me interesa es la traducción, uno de los temas principales en el libro”, indicó.

El escritor, autor de Perfiles derechos. Fisonomías del escritor reaccionario, obra con la que obtuvo el III Premio de Ensayo Casa de las Américas (Península, Barcelona, 2004), informó que su libro se compone de sonetos, poesía cerrada y verso libre.

Muda es una idea del cambio, por ello el título que juega con el término. Muda en alusión evidente al silencio, pero sobre sobre todo a la idea de una mudanza, de un cambio de piel”.

Añadió que en los diferentes poemas que integran la publicación se plasma una relación entre vida y naturaleza. “Me interesó entender a la naturaleza como la realización de una idea del cambio, así como la poesía y filosofía japonesa”.

El ex becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) en 1996 y 1998, dijo que en su libro buscó unificar obsesiones personales y en su opinión es función de la poesía mostrar otro tipo de relación con el lenguaje, requiriéndose de tiempo, lectura y composición.

Ernesto Hernández Busto no se considera un poeta profesional, pero asegura que siempre ha tenido una relación con la poesía, sobre todo a partir de la edición y la traducción. “Mi estética poética no es tampoco la de un poeta declarativo, uno debe admitir distintos tipos de relaciones con el discurso poético y la mía siempre ha sido una relación mediada por el trabajo y una relación con el lenguaje más meditabunda”.

El colaborador del periódico El País puntualizó que Muda es un libro pensado y revisado en el que muestra su respeto por este género y los poetas que admira. “La idea de salir al ruedo con un libro fue un proyecto pospuesto hasta que por fin me sentí seguro”.

En las páginas de Muda se pueden hallar el afán erótico, el arte de la traducción, el contrapunto entre lo minúsculo y lo abisal, cierto orientalismo cultivado y entendido como ampliación del rango de sensibilidad, el juego de máscaras como parte inseparable del recuerdo y la nostalgia.

Hernández Busto inició estudios de matemáticas en la ex Unión Soviética y regresó a Cuba para cursar Letras. Emigró a México en 1991, estudió filosofía en la UNAM, colaboró en la revista Vuelta y obtuvo la beca de traducción del Fonca.

Muda, de Ernesto Hernández Busto forma parte de la colección Práctica Mortal de la Dirección General de Publicaciones de la Secretaría de Cultura. Puede adquirirse en la Red de Librerías Educal.