Por: Redacción /

La visión del mundo de una de las civilizaciones más desarrolladas de la América precolombina se muestra en la magna exposición Mayas. El lenguaje de la belleza. Miradas cruzadas, que se exhibe en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Nacional de Antropología, en la Ciudad de México.

Esculturas, estelas monumentales, elementos arquitectónicos, figurillas, máscaras de jade, representaciones iconográficas de animales, así como objetos suntuarios y utilitarios elaborados en diferentes materiales y técnicas, son algunas de las 330 piezas se pueden apreciar.

Luego de exhibirse en las capitales de China y Alemania, y la ciudad italiana de Verona, Mayas. El lenguaje de la belleza arribó al máximo recinto museístico de México con el subtítulo Miradas cruzadas, con un agregado de 30 piezas y testimonios contenidos en textos indígenas y crónicas de civiles y religiosos del siglo XVI.

Es así que las voces de Hernán Cortés, Bernal Díaz del Castillo, Pedro de Alvarado, Bartolomé de las Casas, Diego de Landa, Francisco Núñez de la Vega, entre otros, dan cuenta de los atavíos, prácticas y costumbres con las que tuvieron contacto directo y que les era un mundo desconocido.

Esta propuesta curatorial se plantea en el marco de los 500 años del desembarco de la primera expedición española en tierras mayas, por ello la muestra también presenta un importante corpus de textos sacados del Popol Vuh, los Libros del Chilam Balam, Cantares de Dzitbalché, y Memorial de Sololá.

Mayas. El lenguaje de la belleza. Miradas cruzadas exhibe la visión del arte maya y sus valores ideológicos, centrándose en el cuerpo, elemento que idealizaron y fue predominante en su plástica, teniendo su propia concepción y paradigma de belleza.

En el recorrido por el montaje, los visitantes encuentran cuatro unidades temáticas: El cuerpo como lienzo, El cuerpo revestido, La contraparte animal y Los cuerpos de la divinidad.

El apartado El cuerpo como lienzo, se refiere a los ideales estéticos manifestados mediante las modificaciones corporales que se practicaban los mayas, muchas veces para asemejarse a sus dioses y otras para honrarlos.

Preocupados por su belleza, se explica, los mayas cotidianamente se hacían peinados y se aplicaban pintura, tanto en el rostro como en el cuerpo, mientras que otros arreglos estaban reservados para ocasiones especiales.

Entre las modificaciones que practicaron están: la escarificación facial y la decoración dental, la modificación artificial de la forma de la cabeza, el estrabismo intencional y las perforaciones para alojar rejeras, bezotes y narigueras, lo que para los españoles calificaban de actos salvajes.

En este apartado se pueden ver figurillas, esculturas y elementos arquitectónicos en los que se representan las diversas intervenciones realizadas a los cuerpos de hombres, mujeres, jóvenes, ancianos, enfermos y cautivos.

En El cuerpo revestido se exhibe, a través de estelas y figurillas, los diferentes tipos de indumentaria utilizada con expresiones de su sistema social e ideológico.

Se explica que la vestimenta es una lengua que tiene un vocabulario y una gramática como el resto de los idiomas que se manifiesta en lo efímero, expresándose a través de ella una cultura, estatus social, profesión, procedencia y estado de ánimo.

En las piezas se identifica la indumentaria de hombres y mujeres de diversas edades y estratos. Entre los objetos de uso personal destacan ornamentos elaborados en materiales altamente apreciados por los mayas, como el jade y la concha.

En la sección La contraparte animal se habla precisamente de las representaciones de estos seres, que de acuerdo con la cosmovisión maya, representaban a diferentes fuerzas naturales que acompañaban a las personas desde su nacimiento.

Es así que se puede apreciar en cerámica y piedra las figuras de patos, guacamayas, serpientes, jaguares, pavos, búhos, zopilotes, monos araña, armadillos, perros, conejos, entre otros seres, que fueron para los mayas los símbolos de las fuerzas naturales y niveles cósmicos.

El último núcleo, Los cuerpos de la divinidad, presenta una serie de imágenes de deidades y sedes del panteón maya prehispánico, a los que se les atribuía el origen de fenómenos naturales y la expresión material y espiritual de todo cuanto existe.

Entre las piezas arqueológicas sobresalen máscaras funerarias halladas en entierros de élite de las ciudades de Calakmul y Dzibanché; un marcador de un juego de pelota con la imagen de la diosa lunar Ixchel, y portaincensarios.

A lo largo del recorrido, los visitantes se encontrarán con textos que explican cada tema, información específica sobre cada objeto y al final de cada núcleo se encontrarán con una sala lúdica con apoyos gráficos, interactivos, mecánicos y digitales e información adicional.

Los contenidos de la muestra están basados en el trabajo realizado por largo tiempo por arqueólogos, antropólogos físicos, etnohistoriadores e historiadores del arte especializados en la cultura maya.

A Jessica Ruiz, estudiante de Pedagogía, la exposición le pareció interesante. “El maestro de historia nos comentó que la exposición estaba muy interesante y clara, por lo que nos invitó a que nos acercáramos a visitarla.

“Diría que la muestra nos adentra a la historia en la que vemos de dónde venimos y quiénes somos. Me llama la atención el tema de los sacrificios y ofrenda a los dioses. Siempre me preguntaba cómo es que estas personas permitían o se dejaban hacer cosas en el cuerpo, lo que para ellos era algo normal, pero a mí me impacta”.

Para Mariana González la exposición ayuda a entender el presente al conocer un poco de historia del pasado. “Fue muy enriquecedor acercarse a los mayas y más que conocer, entender su concepto de belleza”.

Mayas. El lenguaje de la belleza. Miradas cruzadas, con piezas procedentes de 45 sitios arqueológicos de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, puede visitarse hasta el mes de noviembre, en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Nacional de Antropología. Horario: martes a domingo de 9:00 a 19:00 horas, acceso, 70 pesos. Los domingos la entrada es libre.