Por: Redacción/

En México, la crisis sanitaria por el coronavirus SARS-CoV-2 ha puesto bajo amenaza al sector cultural, no sólo por la baja en su consumo, sino porque el gobierno federal ha reorientado el presupuesto con prioridad en otro tipo de proyectos, señaló el doctor Eduardo Nivón Bolán, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), durante la primera sesión del Seminario virtual: Gestión cultural durante el COVID-19.

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y otras instituciones que en su momento fueron pilares de la política pública en la materia han desaparecido o atraviesan profundas transformaciones, como es el caso del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), lo cual entraña un reto enorme para la actual administración, pues implica la aplicación de estrategias audaces con recursos escasos, afirmó.

El doctor Carlos Villaseñor Anaya, integrante del Grupo de Expertos UNESCO/Unión Europea en Gobernanza Cultural y Economía Creativa, coincidió en que el medio está en un proceso de trasformación radical y no sólo en el plano institucional, sino en general, “porque también estamos en una circunstancia en la que la cultura comunitaria no puede reunir a las personas”.

La crisis coyuntural que se vive a nivel global deviene crisis de gestión por la fractura del modelo de desarrollo centrado en lo patrimonial y las bellas artes, cuando debieran promoverse y reconocerse la diversidad y la creatividad social.

“La cultura no es de la federación ni de los estados o los municipios, sino que la hacemos 92 por ciento las personas, por lo que debemos recuperar el espacio público para permite la construcción de proyectos en común, como cuando la gente se reúne a hacer un carnaval o crear una alfombra en Huamantla, una feria o una danza. Eso es lo que hay que rescatar”.

Los museos deben ser utilizados como lugares comunitarios, y las escuelas y universidades para discutir lo público: “los primeros deben abrirse a expresiones de la colectividad y dejar de lado la tendencia de ser cofres del tesoro, pues sólo así se fomentará el diálogo para la creatividad social”.

Las limitaciones a la movilidad impuestas por la pandemia del COVID-19 han transformado el consumo, al grado de que la oferta gratuita ahora incluye a los espectáculos más grandes del mundo, incluidos el Cirque du Soleil o el Ballet Bolshoi, orillando a los promotores a generar estrategias para conservar su presencia.

En este contexto “urge desarrollar salidas, más allá de los apoyos federales para hacer de la cultura un cuarto pilar del desarrollo. Los grandes gestores deben diseñar políticas que respondan a las necesidades de la coyuntura y hacerlas prosperar, buscando además a los titulares estatales de otros sectores que también han sido golpeados –por ejemplo, el turístico– para desarrollar estrategias conjuntas”.

El analista maestro Carlos Lara González reconoció que México ha vivido en crisis desde gestiones pasadas, pero se ha agudizado con la serie de decretos presidenciales que detonaron el estancamiento presupuestal destinado a la materia.

La estrategia oficial para descentralizar la cultura y llevarla hacia los espacios comunitarios periféricos ha resultado “un jolgorio absurdo”, en tanto que la campaña del titular del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, de homenajear con nuevas publicaciones a literatos antaño perseguidos políticos denota falta de visión, sin dejar de señalar lo pretencioso del eslogan Pasar de la cultura del poder, al poder de la cultura.

No tienen un proyecto, sino un catálogo de reivindicaciones y “llegaron tarde a la creación de la Secretaria de Cultura y la Ley de Derechos Culturales; más bien llegaron para desaparecer instituciones y programas y a querer volver a hacer de la cultura un asunto de gobierno y no de Estado”, enfatizó.

El Seminario virtual: Gestión cultural en tiempos del COVID19 es organizado por la Red Universitaria de Gestión Cultural México (RUGCMx), un consorcio de nueve instituciones nacionales públicas y privadas que busca discutir, reflexionar, socializar y tomar acuerdos a partir de la docencia, la investigación y la difusión, con el fin de ofrecer respuestas actualizadas a las demandas del entorno.