Por: Redacción/ 

El poeta, editor y traductor catalán Martí Soler falleció la madrugada de este domingo 9 de diciembre a los 84 años. La noticia la compartió su hijo, el escritor Pablo Soler Frost. Soler fue una figura clave de la edición en nuestro país; fundó la editorial Siglo XXI y por décadas tuvo a su cuidado las ediciones del Fondo de Cultura Económica.

Nacido en 1934, en Gavà, cerca de Barcelona, España, Martí Soler Vinyes, llegó a nuestro país a los 13 años, en 1947, en compañía de sus padres, quienes salieron huyendo, como miles de personas, de la guerra civil española.

“Mi relación con México parte de mis compañeros de secundaria; fui a dos secundarias, en una tenía amigos españoles, y en otra, mexicanos. Me hice una novia que cantaba ranchero. Ahí empezó todo. En 1963, mi padre decidió regresar a Barcelona. Confieso que, como catalanista e independentista, me atrajo la idea de irme, pero ese año me casé con Elsa Cecilia Frost y decidí quedarme. Nunca me he arrepentido”, narró en una entrevista.

En México, Martí Soler cursó la carrera de arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México, la que abandonó por problemas económicos, además hizo estudios de tipografía en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

A los 15 años escribió sus primeros versos, y a esa edad se inició en el oficio de corrector de pruebas, al ayudar a su padre a corregir Canto general, de Pablo Neruda, cuya primera edición se hizo en Talleres Gráficos de la Nación.

Soler, galardonado con la Orden Mexicana del Águila Azteca en 2006, perteneció a la cuarta generación de escritores exiliados de origen catalán que escribieron tanto en ese idioma como en español. En Tiempo de espera y Antología poética, prevalece una poesía social impregnada de esperanza y rebeldía, con una voz lírica vigorosa y original.

Considerado como un hombre de izquierda, publicó La casa del éxodo, libro sobre la lucha y huida de los exiliados y, en 2014 Variaciones de voz y cuerpo, volumen de poesía sobre la vida cotidiana, el amor y la naturaleza.

En el campo de la edición, destaca su labor en el Fondo de Cultura Económica (FCE). Ahí trabajó de 1959 a 1966 y de ese año a 1993, estuvo en la casa editorial Siglo XXI, donde llegó a ser subdirector general y gerente editorial. En 2003 regresó al FCE para encargarse de la actualización del catálogo histórico y de la publicación digital de la historia gráfica de esa institución.

El lector, era para Martí Soler, el punto de partida del diseño editorial, a fin de brindar una lectura agradable. “Eso también tiene que ver con el tipo de fuentes que se asignan, el ancho de la caja, las interlíneas y todo eso… Eso para mí es lo principal: que se tengan todas las facilidades para leer sin cansarse. El texto… ¡ya se verá!”, señalaba en entrevista.

El poeta reconocía que “hay libros mal impresos, llenos de erratas, mal traducidos. Por desgracia todo eso lo encontramos en los libros y, desde luego, que eso es una falta de respeto para el lector. Sigue mereciendo el lector toda la atención que le pueda prestar un editor al libro, no simplemente meterlo en un taller y sacarlo”.

Aprendió de editores como Arnaldo Orfila Reynal, Joaquín Díez-Canedo y el poeta Alí Chumacero. Impartió clases en instituciones como El Colegio de México, la Universidad de Guadalajara, donde creó la maestría en Edición, la Universidad Iberoamericana, la Universidad Autónoma Metropolitana y el Instituto Nacional de Bellas Artes.

Martí Soler también fungió como secretario de redacción de la revista Pont Blau y director deOrfeó Catalá, fue colaborador de publicaciones como Diálogos, Plural, la Gaceta del Fondo de Cultura Económica y de los suplementos El Gallo Ilustrado y Sábado, entre muchos otros.