Por: Mugs Redacción

La obra del poeta Eduardo Cerecedo se ubica entre la vegetación, se pasea con los animales, respira el aire de la montaña y siente la brisa marina.

El próximo miércoles 2 de marzo a las 19:00, en la Sala Adamo Boari, el autor veracruzano presentará  Trópicos I, antología personal que retrata con versos la naturaleza que desde su nacimiento lo ha acompañado.

“Es un libro que me ha marcado, es la base poética que me hace sentir solidez en lo que estoy haciendo y lo que quiero hacer.

“Yo nací en un lugar rodeado de agua, árboles y mangles, una naturaleza que me ha influenciado desde la infancia, uno vuelve a la posición de adulto, pero siempre se echa hacia atrás buscando esa vértebra que nos da firmeza”, explicó el también docente Eduardo Cerecedo.

Indicó que Trópicos I lo conforma una selección de poemas contenidos en sus más de diez libros publicados desde 1992. “La selección se basó en textos que no son muy amplios. Siempre me he apoyado en el verso libre y en la economía del lenguaje, me gusta la reducción de palabras para dar una síntesis espiritual”.

Aseguró que este material literario le ha permitido ser reconocido en México y en el extranjero, donde su obra se ha traducido al portugués, francés y próximamente al coreano.

El egresado de la UNAM señaló que Trópicos es el nombre de una trilogía que edita Fondo Editorial Estado de México. La colección la completanTrópicos II, Tu cuerpo como un río y Trópicos III, Zoología poética.

Además, Trópicos I incluye un CD, en el que el autor lee algunos de los poemas que contiene el libro, con el propósito de enriquecer la experiencia de los lectores. Entre los textos que se pueden escuchar está  Cuarto creciente, que según el escritor, es el favorito de muchas personas.

El ganador del Premio Nacional de Poesía Alí Chumacero 2011 dijo que “aunque el grupo de lectores de poesía es pequeño, eso la hace más selecta. Quienes se arriman a este género son, por lo general, los que tienen un contacto con las bellas artes o la creatividad, todos ellos hacen lo posible por buscar en la poesía esa parte esencial del ser humano, lo que somos, pensamos y soñamos”.

Y agregó: “Antes que creador, hay que saber ser lector y observador, eso es lo que hace del poeta un ser íntegro en cuanto al espíritu y a lo que está viviendo.

“Si leer es un acto de libertad, leer poesía es un acto de confesión, de sensaciones. El que lee siempre va a encontrar esa cartografía espiritual de quien está escribiendo, además estará haciendo contacto con el cielo, con la tierra, con el agua.