Por: Carolina Carrasco

Millenials, generación X, baby boomers, punks, raperos, chakas, hipsters, indies, góticos o fresas, donde quiera que nos ubiquemos, por generación o estilo de vida, todos compartimos y somos responsables de los problemas de México. De esta forma, justo es que todos nos involucremos en darles solución. Disminuir los efectos nocivos, o dar marcha atrás en ellos es la propuesta de los 10 proyectos que presenta Mariana Pedroza en su libro, Diez soluciones para el futuro hoy, editado por la Secretaría de Cultura del gobierno federal.

Tenemos por creencia que los mexicanos nos quejamos de todo pero no hacemos nada, para probar lo contrario, están estos 10 jóvenes, quienes a partir de observar un problema tuvieron una idea, y basta una idea, para transformar el mundo.

Cristobal García Jaimes con su Ciencia sin Fronteras; Víctor Manuel Mendoza pre-ocupado por la mala alimentación que impera en el país, en todas sus modalidades, o los comités activistas en pro de los animales que levantan la voz para que la experimentación con ellos en productos de belleza cese, son solo algunos de los que en este libro se muestra su labor día a día para que la situación en México cambie para bien.

Tempestuoso nuestro presente en tantos frentes, parece que todo nos lanza un reto ¿cómo vivir mejor?, es una pregunta que intentan responder los proyectos que presenta el libro; la información que ofrece acerca de esto es extensa, seria, pero presentada con un diseño tan atractivo que su lectura fluye sin sentirse. Diez soluciones para el futuro hoy, es un libro dirigido principalmente a jóvenes y a adolescentes, para fortalecer el ánimo en las ideas que salvan, que recuperan y que fortalecen al ser humano y a las naciones.

Los diez jóvenes, nueve mexicanos y un chileno, piensas en el país de las tres décadas siguientes, y son protagonistas de una nueva figura que participa de la recreación del mundo: el emprendimiento social, que permite conciliar las preocupaciones sobre el medio ambiente y las dinámicas sociales con proyectos rentables, sustentables y con gran impacto en sus comunidades; ellos son jóvenes que no se unieron a la ola del desencanto, y que decidieron creer y trabajar en una de esas ideas en las que, seguramente, tu también estás pensando.