Por: Redacción

Un recorrido de obras de compositores mexicanos, el cual incluyó el nacionalismo, el romanticismo, la vanguardia y la imaginería impresionista, realizó el pianista de origen uruguayo Edison Quintana, en el recital México entre dos siglos de música para piano, en la Fonoteca Nacional.

La audiencia reunida en la Sala Murray Schafer disfrutó de obras de compositores mexicanos de los siglos XIX y XX, como Felipe Villanueva, Ricardo Castro, Leonardo Velázquez, Manuel M. Ponce, Mario Ruiz Armengol, Carlos Jiménez Mabarak, Silvestre Revueltas, José Pablo Moncayo, Manuel de Elías y Mario Lavista.

El evento, que formó parte del ciclo Concertistas de Bellas Artes, además de presentar las piezas musicales, fueron contextualizadas por el instrumentista, quien indicó que músicos como Carlos Jiménez Mabarak y Manuel de Elías tuvieron un aporte fundamental en el afianzamiento de su carrera en México, por lo cual con el recital de alguna manera se les rindió homenaje.

“Hace 40 años llegué a México y este concierto es un agradecimiento y homenaje a este país que me recibió tan generosamente y el cual siento como propio”, expresó el pianista.

El concierto, que transportó al público por los sonidos del México posrevolucionario hasta nuestros días, inició con dos piezas nacionalistas de Felipe Villanueva: Minueto y las Seis danzas humorísticas: Algo se pesca, ¿Y por qué?, ¡Oh la la!, Amorosa, Adelante y Enredo.

Tras explicar que a Felipe Villanueva a la edad de 14 años, en el Conservatorio Nacional de Música, le dijeron que no tenía talento para la música, Edison Quintana señaló que el compositor da una lección de valor al continuar con su carrera. Asimismo, indicó que Manuel M. Ponce consideraba a Villanueva como el primer compositor nacionalista.

Durante el recital siguieron: de Mario Ruiz Armengol, Las frías montañas; de Carlos Jiménez Mabarak, La fuente armoniosa; de Mario Lavista, Simurg; de José Pablo Moncayo, Tres piezas para piano, y de Ricardo Castro, Vals capricho op. 1.

Tras el intermedio, el concierto continuó con piezas de Manuel M. Ponce, Intermezzo y Scherzino mexicano; de Silvestre Revueltas, Tres piezas para piano; de Manuel de Elías, Sonata breve; y de Leonardo Velázquez, Micropiezas y Toccata.

El músico naturalizado mexicano también compartió recuerdos y anécdotas, como una plática que sostuvo con Mario Ruiz Armengol, quien, dijo, se guiaba por los cánones románticos del siglo XIX.

Sobre Mario Lavista, comentó que es el compositor vivo más importante de México, conjuntamente con Manuel de Elías y Arturo Márquez, mientras que de José Pablo Moncayo destacó la instrumentación “impresionante” que hizo en su obra Huapango, pero que a su vez realizó obras que casi no se tocan, como Tres piezas para piano.

“Los pianistas tocamos cada vez más lo mismo, obras de Chopin, Beethoven. El problema al querer tocar piezas que no se tocan es que no se sabe cómo van a sonar y a veces es un riesgo, pero qué sería la vida sin tomar un riesgo”, reflexionó quien obtuviera la beca para ejecutantes del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y la de Proyectos y Coinversiones Culturales.

Edison Quintana realizó estudios con Hugo Balzo en su natal Uruguay, y más tarde recibió el diploma al mérito por la Academia Chigiana en Siena. En Rumania fue discípulo de Florica Musicescu. También recibió clases de Arturo Benedetti Michelangeli, Guido Agosti y George Halmos.

De su discografía sobresale la obra para piano de Manuel de Elías, Rodolfo Halffter, Felipe Villanueva y una serie de discos a dúo con el violonchelista Carlos Prieto, que incluye música latinoamericana y española. Su más reciente grabación contiene música para piano de Manuel M. Ponce. Fue fundador de la Filarmónica de las Américas, pianista y arreglista de la Camerata Punta del Este y pertenece al grupo Concertistas de Bellas Artes.