Por: César Dorado/

Rammstein es uno de los grupos más prolíferos de la escena musical mundial, pues la unión entre una música brutal que experimenta con sintetizadores, guitarras, bajos y baterías estruendosas que fluyen en armonía con los mensajes profundos de las letras del vocalista Till Lindemann, los consagran también como uno de los proyectos más incómodos de toda la historia, ya que a la hora de crear un disco no escatiman en a quién sí y a quién no pueda llegar a molestar.

En mayo de este año, la banda alemana estrenó su más reciente producción discográfica, “Rammstein”, en la cual, quizá con algunos sonidos monótonos que siempre han manejado desde su nacimiento en 1994, plasma perfectamente un mensaje violento e irónico de la historia de su patria, bajo la aceptación de los sucesos violentos en los que se ha visto sumergida con “el corazón en llamas”, como narra en su tema “Deutschland”.

Y aunque con este disco la agrupación incomodó a muchos fanáticos alemanes, no se puede negar que, en parte, ese es uno de lo grandes sellos que caracteriza al sexteto. Hoy, a 50 años de la llegada del hombre a la luna, es menester recordar el tema “Amerika”, que causó mucha polémica durante su lanzamiento en 2004.

Esta canción es el segundo sencillo del álbum “Reise, Reise” y en él se plasma una crítica a la colonización cultural de los Estados Unidos De América en todo el mundo con esa frase penetrante “ We’re all living in Amerika” (Todos vivimos en América), rodeada de un símbolos satíricos que normalmente se podrían asociar a los Estados Unidos, como la Cola-Cola, Disney, Santa Claus, la comida charra y claro, la agrupación vestidos de astronautas tocando en el montaje de la superficie de la luna-reafirmando la teoría de que realmente el suceso fue falso y que fue el director Stanley Kurbick quien se encargó de realizar la escenas en un estudio de grabación-.

Es importante detenerse sobre este punto, pues la conquista de otros mundos demostró que Estados Unidos contaba con los recursos económicos suficientes para ganar la guerra espacial contra la Unión Soviética y que, más allá de lograr un avance tecnológico y científico, impuso su ideología antropológica y filosófica a través de la frase “Es un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad”.

También algo fundamental de este tema es que su estribillo está cantado en inglés-quizá para resaltar que el idioma inglés impera en muchas partes del mundo impuesto de manera arbitraria- y el choque cultural que predomina a través de la proyección de diversas personas del mundo. Por ejemplo, se ve a un grupo de personas africanas comiendo pizza frente a un televisor, a un joven japonés peinándose encima de su motocicleta, a un hombre con turbante fumando cigarrillos Lucky Strike, entre otras.
En su momento, los integrantes de la agrupación aseguraron que la canción y el video no se trataban de un mensaje antiestadounidense y que la crítica está exclusivamente destinada a la política del gobierno de George W. Bush que incluso más tarde presentarían en la canción “Zerstören” del disco “Rosenrot” (2005).

Y aunque su declaración aclareció la situación, Rammstein sí demostró de una manera bastante ingeniosa la forma en que la ideología de Estados Unidos quiere conquistar cualquier rincón del mundo con pequeñas cosas que algunas veces pasan desapercibidas; “Cuando bailamos yo quiero dirigir, Cuando te das una vuelta solo, déjanos controlarte un poco”.