Por: Gabriela Espinoza

En esta temporada de frío en tu piel sientes comezón, porque se reseca y se vuelve opaca, debido a que pierde hasta un 25% de su capacidad para retener la humedad. Evita algunos hábitos como los largos baños de tina, las duchas con agua caliente y hasta la exposición prolongada a fuentes de calor en el hogar, que provocan que tu piel se vea opaca y áspera.

Cuida tu piel del frío con los siguientes consejos:

1- Hidrátala

Usa una crema hidratante para tu tipo de piel mañana y noche.Come alimentos ricos en agua como frutas y verduras crudas, toma agua y come alimentos ricos en ácidos omega tres como la linaza, la chía o los pescados de agua fría como el bacalao y el salmón.

Recuerda que la piel que esta alrededor de los ojos y los labios son las zonas más frágiles que tenemos. Mantén estas zonas seguras con el uso constante de humectantes y bloqueadores. Como los labios necesitan un cuidado especial usa protector labial; una buena idea es la tradicional manteca de cacao.

2-Exfóliala 

Es importante que exfolies tu piel para ayudarla a eliminar las células muertas porque y estimularla a la producción de más células, que hace que se vea radiante y hermosa. Los mejores exfoliantes no son los que tienen gránulos sino los que tienen ácidos o enzimas.

3-No la expongas a baños prolongados

A pesar que los baños con agua caliente son lo mejor, en temporadas de frío es recomendable tomar baños cortos con agua tibia ya que los cambios de temperatura repentinos son perjudiciales para la piel al causar el rompimiento de vasos sanguíneos.

4-Disminuye la ingesta de alcohol y el consumo del tabaco

Con el frío ambos productos contribuyen a disminuir la vascularización cutánea, haciendo que nuestra piel se deshidrate y tienda a quemarse con mayor facilidad.

5-Protégela del sol

Debes recordar que hasta en los días más fríos los rayos UV penetran la capa solar y afectan tu piel. Por tal razón, tienes que hidratarla y protegerla con bloqueador solar todos los días.

6- Manténte en temperaturas estables

Debes procurar mantenerte en temperaturas estables, pues los cambios bruscos aumentan la posibilidad de dilatación de los vasos sanguíneos que ocasiona que nuestra piel se ponga rojiza por la irritación.