Por: Redacción

El sistema penitenciario capitalino debe someterse a urgente revisión para erradicar el estigma que tiene como “universidad que capacita criminales”, demandó Luciano Jimeno Huanosta, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Ante el subsecretario del Sistema Penitenciario, Antonio Hazael Ruiz Ortega, y Perla Gómez Gallardo, titular de la Comisión de Derechos Humanos del DF, entre otros funcionarios, el legislador precisó que los retos de la reinserción social para quienes salen de reclusorios, hombres o mujeres, es acabar con el estigma social de ser excarcelados (as).

Durante el segundo coloquio “Los retos de la reinserción social”, el diputado Humanista lamentó que quienes ingresan por delitos “por hambre”, egresen de los penales después del curso intensivo que reciben del crimen, porque mezclan internos con probados delincuentes.

Advirtió ante Sandra Luz Díaz Ortiz, consejera de la Judicatura del D.F., José Antonio Caballero Juárez, de la CDHDF, así como Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, que el mejor modo de abatir el crimen es resolver la impunidad, ya que sólo dos de cada diez delitos tienen castigo. No basta con invertir para mejorar o ampliar las cárceles de la ciudad, hay que prevenir la comisión de los delitos y solucionarlos, sentenció.

El legislador y vicepresidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, agregó que sólo así se desestimula al criminal, que elmensaje es claro: “No hay impunidad y se te va a perseguir”.

En el auditorio “Digna Ochoa” de la Comisión de Derechos Humanos capitalina, reveló que está probado que muchos llegan por un delito menor, y salen preparados para crímenes más graves y eso ya no debe suceder. Enfatizó: “no es lo mismo tener a alguien que llega por robo agravado o asesinato, que alguien que llega por un robo por hambre”.

Después de comprometerse a visitas de verificación en las cárceles capitalinas, precisó que hay que trabajar mucho en los reclusorios, pero también en generar empleos para que al egresar de éstos ya tengan empleo y se reincorporen plenamente a la vida laboral, sin discriminación alguna, porque sólo los empujan a la vida delincuencial.