Por: Javier Bárcenas

El secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Luis Videgaray Caso, dijo ante diputados, que el gobierno de Donal Trump, presidente de los Estados Unidos está dispuesto a llegar a acuerdos con México en diversos temas, y que su negociación se realizará bajo el principio de integralidad.

“Existe un gran interés de distintos sectores del pueblo americano y del propio gobierno americano de llegar a acuerdos con México, en diversas materias… Porque así conviene al interés nacional, la negociación debe de ser integral, es decir, no habrá un acuerdo nuevo en tanto no estén acordados todos los temas”, comentó durante su comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores.

“La relación entre México y Estados Unidos es multidimensional, es una relación que implica temas que no solamente son lo comercial, la inversión y lo económico, sino también la migración, la seguridad, vínculos culturales, educativos y, por supuesto, distintas formas de cooperación”, abundó.

Informó ante la Comisión que los consulados de México en Estados Unidos han atendido 45 mil 290 casos de migrantes que han pedido asistencia y protección consular, con el presupuesto adicional de mil 70 millones de pesos que se le asignó a la dependencia este año, para apoyar a los connacionales frente a la política de deportaciones del gobierno del presidente Donald Trump.

En materia de defensoría, se han dado 2 mil 400 atenciones a migrantes mexicanos que ya cuentan con un abogado, además de tener mecanismos de defensoría contra deportaciones, pues cuentan con programas de protección de patrimonio, incluyendo el de tipo financiero.

El canciller afirmó que el tema de imponer un gravamen a las remesas que los migrantes que viven en Estados Unidos envían a sus países de origen, es un asunto no negociable para México, y advirtió que de llevarse a cabo, “significaría un punto de quiebre en cualquier dialogo respecto a otros temas”.

“Específicamente en el tema de las remesas, este es uno de los puntos que desde el principio, de manera pública y explicita, hemos trasmitido al gobierno de los Estados Unidos, que para México es un asunto no negociable”, sostuvo.

Indicó que el planteamiento de gravar las importaciones provenientes de México “es muy mala idea”, porque los consumidores finales terminarían pagando los impuestos.

“Ese tipo de medidas iría en contra de los tratados (comerciales), no solamente de América del Norte, sino particularmente de las reglas de la Organización Mundial de Comercio. Por lo tanto tendríamos capacidad jurídica de actuar en consecuencia”, externó.

El funcionario federal expresó su esperanza de que en el plan fiscal –que el gobierno de Donald Trump presentará mañana miércoles– no figuren esas medidas “por el bien de la relación y, sobre todo, por el bien de los mexicanos en Estados Unidos”.

Advirtió que México no aceptará la imposición de aranceles que restrinjan la libertad de comercio, y que no aceptará cualquier renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

“Preferimos, en todo caso, abandonar el Tratado, que tener una mala negociación del Tratado, y en eso hemos sido claros públicamente y hacia el gobierno de Estados Unidos”, indicó.

Manifestó que ante la coyuntura derivada del cambio de gobierno en Estados Unidos, México está aumentando su presencia en otras latitudes y acercándose más a países de otras regiones, principalmente de Europa, Asia y América Latina, para incrementar las relaciones comerciales y el diálogo político.

El funcionario federal anunció que, antes de que concluya el mes de mayo, el Ejecutivo federal reformará diferentes ordenamientos administrativos para facilitar la repatriación de mexicanos y de su patrimonio, tales como vehículos y activos financieros, y además buscará salvaguardar los activos inmobiliarios que tengan los migrantes en Estados Unidos.

“Esto incluye la facilitación de activos financieros, por ejemplo, a partir de una regulación financiera, que facilite la apertura de cuentas en México a las cuales realizar transferencias. En este momento es un procedimiento tortuoso y complejo”, dijo.

Respecto a la intención del presidente Donald Trump de levantar un muro fronterizo, dijo que México rechaza su construcción por ser un “acto inamistoso y hostil”, y aseguró que no contribuirá de ninguna manera, ni directa o indirecta o financieramente, a su edificación.