Por: Redacción/

En el siglo XXI la necesidad de construir ciudades sustentables, inclusivas que permitan a sus habitantes tener calidad de vida y desarrollo humano es un tema clave, las caóticas dinámicas con que se construyeron las ciudades del siglo XX impactan de manera negativa en cada arista de la vida urbana y los gobiernos, citadinos y desarrolladores inmobiliarios saben que es momento de tomar acciones contundentes para acabar con el desorden urbano imperante.

La tierra se acaba, la mancha urbana crece, la población y sus necesidades también y ante ello, hay un concepto inmobiliario que se va dibujando no sólo como viable también como la solución a varios de los problemas urbanos que se viven.

Estamos hablando de los usos mixtos, tendencia que va impregnando el imaginario de los desarrolladores inmobiliarios y que va cambiando el paisaje de las ciudades mexicanas.

Caminando a la par de la verticalización de la vivienda, los usos mixtos aparecen como una magnifica solución a la cada vez mayor falta de tierra, al tiempo que potencializan la inversión, generando mayor rentabilidad y reduciendo los riesgos que toda apuesta inmobiliaria conlleva.

Se trata de crear sinergias y aprovechar al máximo los recursos pues en un espacio donde anteriormente se iba a construir una torre corporativa, se edifica también un centro comercial, tal vez un hotel o un edificio residencial pues, de acuerdo con una de las firmas pioneras de este concepto, Sordo Madaleno Arquitectos, el concepto no tiene límites, es abierto y hace de la imaginación su mejor aliado.

Así, los usos mixtos permiten la regeneración de espacios urbanos, mediante la reconversión de tierra, zonas que anteriormente eran para uso industrial, hoy son espacios que cambian las dinámicas urbanas y habitacionales, que buscan justamente equilibrar ciudades en desequilibrio.

En el mapa de la República Mexicana, la construcción de usos mixtos se extiende, Mérida, Guadalajara, Monterrey son ciudades en donde es cada vez más común ver este tipo de inmuebles, sin embargo, Ciudad de México es pionera y reina en el desarrollo de este concepto: Plaza Carso con su impresionante Museo Soumaya al centro, al sur Torre Manacar, la revolucionaria Reforma 222 que incluso rescata un antiguo edificio colonial y lo integra en un moderno edificio que todo lo tiene.

Respuesta a las necesidades del mercado, los usos mixtos mutan y hoy, también están incluyendo en su diseño espacios abiertos, áreas verdes pues de acuerdo con un análisis del portal Lamudi, los usos mixtos deben ofrecer experiencias a sus usuarios, de ahí, que la clave de su éxito radique en sus valores agregados, pero también en su ubicación, accesibilidad y conectividad.