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Por: César Domínguez Pérez.
La fecha todavía esta presente en la historia del fútbol mundial, pero quizás esta más clavado en las mentes de los brasileños y uruguayos que recuerdan aquel 16 de julio de 1950, como el día en que el ‘imperio’ del fútbol brasileño se vino abajo gracias a un gol de un joven uruguayo llamado, Alcides Ghiggia, que tenía que morir 65 años después de hacer historia, el día de su legendario gol.
 Ayer hace exactamente 65 años, el estadio más grande del mundo, el Maracaná se quedó atónito cuando un muchacho llamado Alcides y de apellido Ghiggia, dejó atrás a Bigode y se enfiló a la portería que defendía Barbosa, que poco pudo hacer para detener el ‘riflazo’ que mandó Ghiggia a primer poste e incluso como lo narraba él, se aventó cuando el balón ya estaba dentro.
Las casi 200,000 personas que se dieron cita para ver la final del Mundial de Brasil 1950, se quedaron petrificadas al ver como Uruguay estaba dejando en el piso el prestigio de Brasil en el fútbol. Gracias a Ghiggia, Uruguay salió alzando la Copa Mundial del Maracaná ante la mirada y las lágrimas de varios aficionados que no podía creer lo que había pasado en su casa.
Ghiggia pudo presumir por 65 años, que el quitó el sueño a Brasil de poder consagrarse por primera vez en su historia y lograr la hazaña de coronarse en casa y ante su gente. Además Ghiggia recordaba que, solo tres personas habían silenciado al Maracaná. Frank Sinatra, el Papa y él hicieron esa hazaña, pero Alcides fue el único que lo hizo de forma dolorosa.
El eterno uruguayo fue reconocido por la cadena televisiva de deportes, ESPN, en una sección que prepararon para el Mundial de Brasil 2014 llamada ‘Yo anoté un gol en la final de un mundial’, inclusive, hace poco más de un año, Alcides Ghiggia estuvo presente en el sorteo del Mundial de Brasil 2014 y fue ovacionado por los presentes en la ceremonia que estuvieron atentos a todo lo que hacía una eterna figura del fútbol mundial.
Ahora el 16 de julio, será una fecha inolvidable para el fútbol uruguayo, ya que vencieron en Maracaná a Brasil con gol de Ghiggia, jugador que decía, que ese día tocó el cielo con las manos. Y ahora ese cielo reclama al último de su estirpe ganadora, misma que enterró una generación brasileña con un disparo que silenció no solo a un estadio, sino a todo un país.
 
Q.E.P.D. Alcides Ghiggia.