Por: César Domínguez Pérez

River Plate aprovechó el empate a cero en la ida y llevó a su casa a unos ‘temerosos’ Tigres, que no pudieron soportar la presión del estadio y la afición. Con goles de Alario, Sánchez y Funes Mori, los ‘millonarios’ se alzaron con la Copa Libertadores después de 19 años y los felinos no pudieron darle el título sudamericano al fútbol mexicano.

Tanto River como Tigres comenzaron el partido con mucha intensidad, pero muchas veces eso servía de pretexto para llegar con fuerza desmedida e incluso con entradas fuertes, como la de Alario comenzando las acciones del primer tiempo. De haberse aplicado el reglamento el cuadro argentino se hubiera quedado en inferioridad numérica.

 

Foto: Diego Haliasz / Prensa River)

Foto: Diego Haliasz / Prensa River

Tigres no se acomodaba en el terreno de juego y River comenzaba a inclinar la cancha a su favor. Pasaron veinte minutos para los regiomontanos tuvieran una llegada de peligro real, cuando Damm se metió al área y quitándose a dos rivales mandó el centro que Gignac no pudo rematar y la oportunidad de abrir el marcador se esfumaba.

Bien dicen que el que perdona pierde y Tigres perdonó lo que hubiera sido la ventaja para su causa. Cerca del final de la primera parte, Vangioni tomó el balón y se quitó fácilmente a Damm, levantó la cara y vio el movimiento de Alario, le mandó el esférico y este anticipó a Rivas para rematar de cabeza, venciendo a Guzmán y abriendo el marcador. River se llevaba ventaja al descanso.

 

Foto: Diego Haliasz / Prensa River

Foto: Diego Haliasz / Prensa River

Para la segunda mitad, la métrica del encuentro cambió para mal de Tigres. Los de ‘Tuca’ buscaban con mucho ímpetu el gol de la igualada, situación que abrió espacios a River y los aprovecharon muy bien.

Carlos Sánchez tomaría un rebote en la salida de Tigres y se metería al área para ser derribado por la zaga felina, el colegiado decretó la pena máxima y sería el mismo Sánchez quien cobró el penal para poner las cosas 2-0 a favor de River. El estadio explotaba de emoción y los ahí presentes sabían que el título estaba en la bolsa.

Cuando las cosas no podían ser peor para Tigres, se marcó un tiro de esquina que aprovechó Ramiro Funes Mori para levantarse por encima de todos les defensores de Tigres y enviar el esférico a la portería de Nahuel Guzmán. 3-0 y el campeonato ya estaba más que asegurado para River Plate.

Con el 3-0 final, River Plate se convirtió en el campeón de la Copa Libertadores y dejó las esperanzas de los ‘poderosos’ Tigres en la lona, convirtiéndolo en el tercer equipo mexicano que se queda en la orilla del título sudamericano.