Por: Iudex/

Una vez más el arbitraje mexicano nos da herramientas suficientes para poder decir que vive una crisis y que con la llegada de Arturo Brizio a la Comisión de Arbitraje nada, absolutamente nada ha cambiado. Se viene el VAR y como lo dije la semana pasada es necesario en la Liga MX, más, por las ridículas equivocaciones de este fin de semana.

En total fueron siete expulsiones, seis de ellas a jugadores y una más a Gilberto Adame, que es parte del cuerpo técnico del Club América. Ahora, de los cartones rojos que vieron los futbolistas, el 50 por ciento estuvo muy mal interpretado y estas tres acciones, no eran meritorias de tarjeta roja y menos directa.

Empecemos con la de Lucas Cavallini en la goleada de 6-2 que propiciaron los Tuzos sobre el Puebla. Eduardo Galván, que estaba a aproximadamente 20 metros de distancia de la jugada, se dejó llevar por el grito del ‘Burrito’ y a máxima velocidad recorrió hasta la zona del incidente para expulsar al jugador poblano.

Analizado con el VAR, o bueno, muchas repeticiones en una computadora, nos podemos dar cuenta que no existe una plancha, es más, el contacto se produce con la rodilla del jugador poblano, ¿por qué?, porque este encogió la pierna para evitar que se presentara una plancha.

La segunda es la de Javier Salas en el 1-0 de Cruz Azul a Lobos BUAP, que va muy de la mano con la de Abraham González que se explicará más adelante. Para no hacer el cuento tan largo, Jorge Antonio Pérez Durán mal interpretó una acción que solamente merecía amarilla y esto en el peor de los escenarios.

De hecho, luego de que se revisara la jugada por parte de la Comisión Disciplinaria que no ha hecho mucho este torneo, decidieron tener su primera buena acción y le retiraron el castigo a Salas, quien podrá jugar la siguiente semana en contra de los Tigres para aspirar a meterse a la liguilla.

Por último, la jugada de Abraham González es lo mismo que la de Javier Salas. El español se barrió por un costado de Alfonso González y no logró tocar el balón, pero la actuación del jugador rayado lo llevaron a salir de manera prematura y, al no correr con la suerte de Salas, se perderá el próximo partido.

Esto solamente nos lleva a dos cosas. La primera de ella es la que he remarcado semana a semana y día a día, porque el VAR URGE EN EL FUTBOL MEXICANO. No tenemos un partido donde no se cometa una equivocación, donde no haya un error que vaya al marcador y donde no se amoneste o expulse de manera injusta a alguien.

La otra es la falta de criterio de los árbitros y la mala colocación de algunos silbantes que sí, en gran parte, los lleva a equivocarse cada ocho días, pero, como César Ramos va a al Mundial, dentro de la Comisión de Arbitraje todo es alegría y diversión.

En fin, esperemos que las declaraciones de Brizio no sean en vano, otra vez, y podamos ver el VAR en la liguilla y entonces, intentar corregir el rumbo del arbitraje mexicano que sí, en estos momentos, está metido en una enorme crisis.