Por: Mugs Redacción

La vida después “es la historia de dos hermanos que tienen que ser autosuficientes después de que la madre que sufre de una fuerte depresión desaparece. La película se enfoca en qué pasa con estos dos chicos y cómo su relación se transforma”, explicó David Pablos en entrevista para el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), respecto a la trama de su ópera prima, que se estrena mañana en Cineteca Nacional, La Casa del Cine, Cinemex Reforma, Cinépolis Diana y a partir de noviembre en Le Cinema IFAL y Cine Tonalá.

Se trata de una producción del Concurso de Óperas Primas del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y el IMCINE, a través del Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE). El guión  fue escrito entre Pablos y Gabriela Vidal.

La cinta toca varios temas que convergen en la fragilidad de la estructura familiar; “para cada proyecto que he hecho siempre tengo una premisa, en el caso de La vida después era algo así como la herencia de padres a hijos; va más allá de la cuestión física, también tiene que ver con lo emocional y a veces para romper con ella se tienen que tomar decisiones drásticas”.

“la película habla de la fraternidad pero también de esta parte emocional de cómo los hijos no quieren ser como los padres, pero terminan repitiendo patrones. Me parece muy interesante como se puede o no se puede romper con esta herencia y si se rompe, qué genera esa ruptura”, explicó David Pablos.

La vida después cuenta con la actuación de María Renée Prudencio, en el papel de Silvia, la madre desequilibrada que tras la muerte de su padre se hunde en una profunda depresión que afecta profundamente la relación con sus hijos, interpretados por Rodrigo Azuela y Américo Hollander, en plena adolescencia, para quien ella es una figura ausente y lejana.

Mediante el uso de planos largos, tonos mate, de interiores opresivos, oscuros, que contrasta con la luz de los paisajes y las tomas abiertas, donde se respira libertad, fue que David Pablos filmó esta historia en locaciones del estado de Sonora; recordó que lo más complejo durante la grabación fue el clima – el cual por ser verano estaba a más de 47°- y los traslados entre Hermosillo, Guaymas yCiudad Obregón.