Por: Redacción

Una mirada pictórica de la Conquista de México es lo que el público encontrará en la exposición Orozco y Los Teules, 1947 que se presenta en el Museo de Arte Carrillo Gil.

La muestra está basada en la exhibición que el muralista José Clemente Orozco presentó en octubre de 1947 en El Colegio Nacional y que tituló Los Teules, y que fue creada con el objetivo de narrar visualmente la Conquista de México.

La muestra tuvo como inspiración la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, crónica que recoge el relato testimonial del soldado español Bernal Díaz del Castillo.

A través de las obras que integraron Los Teules José Clemente Orozco desmitificó la forma de contar la historia de la Conquista y se dedicó a mostrar únicamente el choque brutal y la confrontación entre dos culturas.

Las alrededor de 43 obras, entre pinturas, acuarelas y dibujos, confirman una exposición que permite al público ser partícipe de la Conquista, a través de cuadros que remiten al momento previo al enfrentamiento, a la lucha y a sus consecuencias.

Así se observan piezas pequeñas y de gran formato a través de las cuales José Clemente Orozco muestra su concepción de la violencia ligada a la confrontación bélica; su forma de ver la dialéctica entre lo que se considera civilización y barbarie, y también una mirada neutral que atestigua la tragedia de la guerra y las prácticas de los indígenas y españoles.

También cómo José Clemente Orozco representó, a través de composiciones visuales, figuras, líneas, perspectivas y juegos de colores, el dolor, la destrucción, la soledad, el vacío, la muerte, la esperanza y la promesa de vida, temas que abordó a lo largo de su carrera.

En Orozco y Los Teules, 1947 destacan diversos cuadros a través de los cuales el artista jalisciense coloca al espectador frente a diversas escenas, entre otras, de batalla, heridos, cadáveres, cuerpos en descomposición o descuartizados, rituales, dioses, mujeres, ríos y al suceso histórico denominado La Noche Triste.

Así se encuentra la obra Cabeza flechada, con la que inicia el recorrido y que alude a las consecuencias violentas del choque entre españoles e indígenas; Los Teules III. Cortés dirigiendo la batalla que muestra de forma épica la llegada de los españoles a México.

Los Teules IV. Cabeza de caballo, que aborda los saldos de la batalla y muestra un cúmulo de cuerpos en estado de descomposición; Los Teules VI. Hombres del antiguo mundo indígena, cargando y destazando cadáveres, que muestra a tres indígenas con restos humanos o llevando a cabo la mutilación de los cuerpos para realizar actos de antropofagia.

El desmembrado, que representa de forma monumental cada una de las extremidades de un indígena decapitado durante una batalla; Sacrificio humano, obra que describe el ritual del sacrificio humano pero también se refiere al interés por el estudio médico y la disección.

Y cerrando la exposición está el cuadro La Noche triste, que refleja la pesadumbre de la derrota. En esta pieza, haciendo uso de tonos sombríos Orozco representa heridos, muertos, dolientes y el final de la batalla, pero también a una mujer indígena, ubicada en la parte central, que remite a la esperanza de vida.

La muestra también incluye dos líneas del tiempo: una que aborda los momentos destacados de la Conquista y otra que exhibe el trabajo más sobresaliente de Orozco realizado entre 1923 y 1947.

Desde el pasado 7 de abril Orozco y Los Teules ha sido recorrida por cientos de visitantes, de diferentes edades y profesiones, procedentes de, entre otros estados, la Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Puebla y Veracruz.

Este domingo 28 de mayo, la exposición fue recorrida por decenas de personas, uno de ellos fue José Rodríguez, de 65 años, de la Ciudad de México, a quien le encantó la exposición por dos motivos: el primero porque exhibe el trabajo de José Clemente Orozco, “un artista cuya pintura me parece buenísima, ya que es, entre los muralistas mexicanos, para mí, el mejor.

Y por el otro, porque el pintor muestra que en la Conquista “no hubo buenos ni malos, sino que fue una guerra de matar y un tema dramático”.

Para Verónica Martínez, profesionista de 36 años, se trata de una muestra muy buena porque da una visión de cómo fue y vivió la Conquista de forma realista, a tal grado que el espectador siente como si la estuviera viviendo.

“Muchas de las obras te invitan a meterte en ellas y es como estar ahí, en un sueño, para ver la sangre y que no importaba quien ganaba ya que siempre estaba el dolor expuesto.

“Te metes en las obras y descubres que no hay un ganador sino sólo sangre, guerra, dolor y el sufrimiento de otro ser humano. Me gustó Sacrificio humano cuadro en donde se ve a los indígenas abriendo o descuartizando con tintes científicos”.

Otra de las visitantes fue Beatriz Sánchez, ama de casa de 32 años del Estado de México, a quien la muestra le pareció bastante interesante “sobre todo me gustó que pusieran pinturas de gran formato como Piel en azul que muestra un cuerpo descuartizado, ya que son diferentes a las obras que comúnmente vemos en los museos”.

Mientras que el estudiante Jimm Ahumada de 15 años, invitó al público a recorrer la exposición por el tema que aborda: “la Conquista vista desde el punto de vista de una guerra, algo que es muy interesante. Además por la impresionante gama de colores que se encuentran en las pinturas, que son muy oscuras pero a través de las cuales se recrean y provocan infinidad de emociones”.

Orozco y Los Teules, 1947 fue curada por Dafne Cruz Porchini y podrá visitarse hasta el 6 de agosto en el Museo de Arte Carrillo Gil ubicado en Avenida Revolución 1608, esquina Altavista, colonia San Ángel. Martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. Precio $45. Domingo entrada libre.