Por: Redacción

“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea…”. Así, con el inicio de la novela Cien años de soledad, del colombiano Gabriel García Márquez, dio comienzo el sexto día del 11º Gran Remate de Libros en el Auditorio Nacional este domingo 16 de abril.

Para celebrar el 50 aniversario de la publicación de la novela cumbre del Premio Nobel de Literatura, considerada obra maestra de la literatura universal e hispanoamericana, en el encuentro editorial, que se desarrolla hasta el 18 de abril, se realizó un maratón de lectura en voz alta, con gráfica e ilustración en vivo.

En el Foro Sergio González Rodríguez público de todas las edades se unió a este ejercicio literario. Luego de leer un fragmento de Cien años de soledad, los participantes recibieron una edición impresa de la novela, con cuyo ejemplar seguían entusiasmados la lectura. Durante tres horas, integrantes del Programa Prepa Sí y público en general recorrieron las páginas de la novela, una de las más leídas en español.

Paralelamente, con pluma, lápiz o pincel en mano, los moneros Cintia Bolio, Omar Estévez, Juanele y Jimena Sánchez trazaron en hojas blancas su interpretación gráfica de algunos fragmentos de Cien años de Soledad, mientras que Luis Fernando, Frink, Augusto Mira y Edu Molina hacían lo propio inspirados en la obra Pedro Páramo, para recordar a su autor, el escritor mexicano Juan Rulfo, al cumplirse cien años de su nacimiento.

El público que acudió este domingo al Gran Remate de Libros y que durante toda la jornada circuló por los distintos espacios, disfrutó de la creación de los ilustradores, quienes trazaron en diversas técnicas, como tinta al agua, acrílico y lápiz sobre papel, la esencia de los personajes creados por García Márquez y Rulfo, respectivamente.

“Yo lo que dibujé fue una vista del pueblo de Macondo, que es el personaje constante en la obra de García Márquez. Para mí es un pueblo mágico en el que se pierde el sentido de la realidad, como de estos pueblos perdidos en medio de la nada donde el tiempo parece ir más lento”, explicó Jimena Sánchez, ilustradora de textos infantiles.

Una joya literaria

Más tarde, en el mismo Foro Sergio González Rodríguez, el narrador y ensayista mexicano Mauricio Molina ofreció la charla “50 años de 100 años de soledad”, en la que calificó esta novela como un clásico de la literatura.

“Comala, Macondo y Santa María (Juan Carlos Onetti) es la trilogía de ciudades imaginarias en las que ocurren cosas extrañas. La relación entre Comala y Macondo es como del día y la noche, la vida y la muerte”, expresó el escritor.

Aseguró que la prosa que Gabriel García Márquez generó con esta obra fue una revolución literaria a través de su particular realismo mágico, en el que “convierte lo real en algo distanciado, diferente; sólo recordemos cómo empieza la novela con una escena en la que un hombre que está a punto de ser asesinado recuerda el hielo, una cosa tan simple y común”.

Compartió que el también Premio Nobel de Literatura 1982 escribió su novela en México, en una casa que le prestó el escritor Carlos Fuentes, tras leer Pedro Páramo, de Juan Rulfo (por recomendación del poeta colombiano Álvaro Mutis), de quien desde su punto de vista se observa una fuerte influencia en la obra del colombiano.

“Los escritores han tenido que inventar un mundo imaginario frente a la atrocidad de la realidad. García Márquez es la utopía de lo milagroso, es encontrar una forma de mirar la atrocidad, de cambiar la realidad con la imaginación, inventando ciudades y poblándolas”, afirmó Mauricio Molina.

Ante un público de todas las edades, a quienes exhortó a leer esta novela y toda la obra de García Márquez, el ensayista recordó algunos pasajes y personajes del libro, como Amaranta, Úrsula, Melquiades y el Coronel Aureliano Buendía, entre otros, que de inmediato hicieron eco en boca de los asistentes a la charla.

“Él cuenta el paso del tiempo, el nacimiento de Macondo, el desarrollo de la familia Buendía, sus muertes y bellezas, donde el amor es un ideal mitológico”, concluyó el narrador.

Un domingo de letras y música

Charlas, talleres, música, lecturas en voz alta, cuenta cuentos, narraciones orales y un sinfín de actividades literarias y artísticas se llevaron a cabo durante el sexto día del 11° Gran Remate de Libros, las cuales disfrutó el público en general que llegó al coloso de Reforma para adquirir alguno de los miles de títulos con descuentos que van del 50 al 80 por ciento.

Las actividades para el público infantil se llevaron a cabo principalmente en el Centro de Lectura Juan Bañuelos y en el Espacio de Inventores Culturales, donde a lo largo del día hubo préstamos de libros, talleres, juegos, animación a la lectura en voz alta y lectura colectiva.

En el Foro Plata Quema —ubicado en el exterior del Auditorio Nacional— la música abrió a las 11:00 horas con un concierto amenizado por Monedita de Oro y continuó con Son Fino, el Jorge Fernández Trío y cerró con Adiós París.

Con la participación de 250 expositores y 700 sellos editoriales, el 11° Gran Remate de Libros se llevará a cabo hasta el próximo 18 de abril en el Auditorio Nacional, donde el visitante puede encontrar miles de títulos con grandes descuentos y un amplio programa de actividades literarias y artísticas que fomentan la lectura. La entrada es libre.

El encuentro es organizado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (SCCDMX) en colaboración con el Auditorio Nacional y la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM).