Por: Redacción/

Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, promoverá la Ley General de Economía Circular con la que busca incorporar las normas sociales y medioambientales a las actividades económicas.

“Contar con una Ley de semejantes características permitiría unir en un solo modelo económico, tres esferas del desarrollo: crecimiento económico, salvaguarda del medioambiente y fomentar la equidad social, afirma el legislador en su iniciativa.

El deterioro ambiental que actualmente afecta al planeta guarda una relación directa con el modelo de producción y consumo acelerados, por no existir una correcta gestión y aprovechamiento de los residuos que generamos, considera Monreal Ávila.

Es por eso que el modelo que promueve Ricardo Monreal consiste en lograr la creación de un círculo continuo de desarrollo sustentable en la conserva y mejora del capital natural, optimización y mínima utilización de los recursos finitos, acorde con el artículo 4° constitucional, el cual establece el derecho de toda persona a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar.

La presión demográfica, el desarrollo económico y, en los últimos años, la rápida urbanización y la aceleración tecnológica, indica el senador, han sido los principales detonadores de los desequilibrios medioambientales y, lo que ha provocado que el derecho consagrado en el artículo constitucional se vea amenazado.

Pero a diferencia de otras propuestas que vieron en la prohibición de productos una solución al problema de los residuos, y que no contemplaron las afectaciones económicas que sufrirían industrias y pequeños comerciantes con la consecuente pérdida de empleos, la Ley General de Economía Circular busca otorgar beneficios de la reutilización de materiales, reduciendo los impactos perjudiciales al medioambiente actual y de las generaciones futuras.

El transitar hacia una economía circular proporciona una visión integrada de toda una cadena de valor que incluye productos y servicios, afirma Monreal.

Entre los aspectos clave de esta ley se encuentran reciclar los residuos, promover la reutilización y la asociación industrial para transformar los residuos que genere de una determinada industria, en las materias primas de otra, y así apoyar a los regímenes de recuperación y reciclado.

Según Greenpeace, solo un 25 por ciento de lo que consumimos se recupera y de acuerdo con el Fondo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se pierden mil 300 millones de toneladas al año de comida producida para el consumo humano, un tercio del total.

Cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y, al año, se usan 500.000 millones de bolsas. Casi una tercera parte de todos los envases de plástico salen de los sistemas de alcantarillado y ocho millones de toneladas acaban en los océanos cada año, amenazando a la vida marina.

Mientras que en el ámbito de los residuos electrónicos, según estimaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, actualmente en el mundo se desechan cerca de 50 millones de toneladas al año, que es el equivalente en peso al de todos los aviones comerciales que se han fabricado hasta la fecha o al de suficientes torres Eiffel para ocupar toda la isla de Manhattan, señala la propuesta de Monreal Ávila.