Por: Redacción

Después de sus exitosas presentaciones en el Palacio de Bellas Artes, la Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky de San Petersburgo se despidió de México la noche del viernes 4 de marzo con un magno concierto realizado en el Auditorio Nacional que fue disfrutado por mas de 7 mil personas.

Con la dirección del músico ruso Valery Gergiev, quien ha estado a la cabeza del ensamble desde 1988, y la presencia del solista Sergei Redkin, la orquesta salió al escenario, adornado con cientos de flores blancas, entre los aplausos del público que se congregó en todos los niveles del Auditorio.

El secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, celebró en su cuenta de Twitter @tovarydeteresa la batuta prodigiosa de Valery Gergiev, quien durante cuatro noches continuas y con un repertorio principalmente ruso, descargó todo el poderío de la Orquesta Mariinsky.

El programa abrió con las Danzas polovtsianas, de Aleksandr Borodín, en las que destacó la ejecución en las percusiones de Andrei Khotin, galardonado como Artista Meritorio de Rusia, para después proseguir con la pieza de más de 40 minutos de  de Pyotr Ilich Tchaikovski, el emblemático Concierto para piano y orquesta n.° 1 en si bemol menor, Op.23, considerado una de las grandes catedrales de la música universal.

El virtuoso Sergei Redkin obsequió asimismo al público un solo de piano antes del intermedio que fue celebrado por todos los presentes en el recinto.

La orquesta regresó para interpretar la versión corta, de casi 30 minutos, de El pájaro de fuego, de Igor Stravinski, pieza realizada por el compositor cuando tenía tan sólo 28 años y que fue estrenada con el ballet ruso en 1910.

Durante la interpretación de la pieza destacó el ensamble de flautas, así como el de clarinetes, encabezado por el músico Viktor Kulyk, reconocido también como Artista Meritorio de Rusia.

Después de una velada de grandes emociones musicales, el concierto dio paso a la interpretación de la Obertura 1812, Op. 49, también de Tchaikovski, quien realizó esta obra en 1880 para conmemorar la proeza de la armada rusa contra los ejércitos de Napoleón.

La interpretación de la pieza para este concierto contó con la ya célebre y conmovedora obertura del grupo de contrabajos y violonchelos, liderados para esta gira por otros dos Artistas Meritorios de Rusia, Oleg Sendetsky y Kirill Karikov.

El público reunido en el Auditorio Nacional celebró con palmas y vítores la actuación de los músicos quienes agradecieron a los asistentes mexicanos con una reverencia y con la elegancia de un bagaje musical de más de dos siglos.