Por: Redacción/

El diputado Diego Eduardo Del Bosque Villarreal (Morena) señaló que se desperdicia una tercera parte de los alimentos que se producen en México; a nivel general significa que desperdiciamos 1.3 millones de toneladas al año, en términos económicos son casi 750 mil millones de dólares.

Dijo que se produce de alimento, lo necesario en el ámbito mundial para nutrir a 10 mil millones de habitantes, mucho más de la población del planeta tierra; sin embargo, a diario mueren 25 mil personas relacionadas con hambre o mala alimentación.

En la presentación del libro “Seguridad Alimentaria y pérdidas de Alimentos en México”, comentó que el texto refiere datos que en México son 24 millones los que tienen carencias de acceso a la alimentación, nueve millones están en pobreza extrema.

“Dentro del libro hay datos que nos deben estremecer; este estudio de campo sobre la población que come sólo una vez, cada tres días; son datos que están ahí y no siempre se reflejan en las estadísticas oficiales”.

Nos tiene que llamar a la reflexión a todos, sobre qué rumbo le estamos dando a nuestro planeta y realidad; 800 millones de personas en el mundo sufren de alguna manera por temas relacionados con la falta de acceso a los alimentos, agregó.

Indicó que desde el Poder Legislativo se tendrá que investigar y explorar cómo se puede evitar que se pierda tanto alimento y la gente se siga muriendo de hambre.

El legislador Juan Enrique Farrera Esponda (Morena) señaló que en la Cámara de Diputados ya se han presentado iniciativas sobre el desperdicio de alimento, la mayoría de ellas enfocadas a lograr incentivos fiscales, porque en México se desperdician alrededor de 20 millones de toneladas de alimento al año que, de aprovecharse, generarían ingresos por 400 mil millones de pesos.

“El fenómeno de pérdidas y desperdicio de alimento es un área de oportunidad para legislar y seguramente este libro nos ayudará a observar mejores opciones para tener un producto legislativo que impacte en lo social, ambiental y económico.”

Comentó que la investigación de la obra describe de manera acertada, los retos que enfrenta nuestro país sobre el tema.

Este proyecto será parte fundamental de nuevos planteamientos para el trabajo legislativo, con el objetivo de garantizar una sana y nutritiva alimentación. Asimismo, para el 2030 se deberá reducir a la mitad el desperdicio per cápita.

El encargado de la dirección del Centro de Estudios Para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados, José Gildardo López Tijerina, dijo que este tema será fundamental para reflexionar porque ya se conocen los números, volúmenes y el valor del producto que se echa a perder.

“Debemos hacer algo y más aún cuando hablamos de autosuficiencia alimentaria, soberanía alimentaria y, sobre todo, esa distribución que se hace de los alimentos”.

Indicó que el CEDRSSA no dejará de estar con el dedo en este tema para profundizar al respecto, y si los legisladores solicitan información e investigaciones, estarán en la mejor disposición para elaborarla y presentarla.

Genaro Aguilar Gutiérrez, coordinador y uno de los autores del libro, expresó que durante muchos años se estudiaron cuáles son las características de la pobreza en México y una de las principales conclusiones es que en el país persiste un núcleo duro y fuerte de personas que viven en situación de pobreza extrema, aproximadamente más de 10 millones.

“Hoy en México hay 6.5 millones de personas que por falta de ingresos no comen todos los días, comen un día sí y uno no, y además el día que comen sólo realizan una comida. Son personas en la sierra, en la mixteca alta de Oaxaca, en los altos de Chiapas, en las zonas marginadas de la comarca lagunera, en varias partes del país”.

Comentó que durante la investigación se descubrieron que las políticas agrícolas que se han venido construyendo bajo el paradigma de que se tiene que incrementar la productividad por hectárea; son políticas agrícolas que deben seguirse fomentando, pero ésas no resuelven el problema.

El problema social está en la falta de una distribución adecuada de los alimentos. En México, cada año se pierden o desperdician 20.4 millones de toneladas de alimento. Esto significa que por habitante, se van a la basura -cada año- más de dos mil pesos en alimento que se compra y posteriormente se tira.

“Si no se desperdiciara esa comida en México, todos los alimentos del país bajarían de precio automáticamente por la demanda, al menos 20 por ciento, y eso significaría que millones de personas que no pueden comprar los alimentos, porque son elevados los precios, podrían acceder a ellos, si hiciéramos una estrategia nacional en donde participáramos productores, distribuidores, comerciantes, tianguis, centrales, entre otros”.