Por: Redacción/ 

Los efectos económicos del COVID-19 y el actual desplome de los precios del petróleo agudizaron –mas no crearon– la crisis mundial, que ha derivado de las vicisitudes estructurales a nivel global que ha sufrido el capitalismo desde hace varios años, sostuvo el doctor Arturo Guillén Romo, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Sin embargo, la crisis de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) –que casi lleva a su extinción– y la pandemia global declarada por la Organización Mundial de la Salud han sido identificadas por la prensa hegemónica como factores exógenos a la economía, puntualizó el especialista.

Ante esa situación, la Reserva Federal de Estados Unidos redujo la tasa de interés, una medida equivocada, de acuerdo con el británico John Maynard Keynes, quien afirmó que en momentos de incertidumbre la misma resulta ineficiente para corregir problemas económicos.

En la mesa redonda América Latina en nuestros días: repensar en colectivo, el docente del Departamento de Economía de la Unidad Iztapalapa explicó que las causas básicas de la crisis del capitalismo tienen que ver con el declive de la hegemonía estadounidense frente a los cambios geopolíticos profundos en la economía mundial, sobre todo a partir de 2017; la tendencia al estancamiento del capitalismo y la deflación por las tasas de interés tan bajas en el vecino país del norte y negativas en países europeos.

“El capitalismo ha tenido dos grandes crisis en las últimas décadas: en 1970 y en 2007, pero muy probablemente ésta sea una nueva gran crisis, ya que no están resueltos los efectos negativos de los últimos diez años y ya estamos ante problemas graves”.

A pesar de que algunos medios de comunicación han señalado que terminó el ciclo progresista en América Latina, a juzgar por los recientes procesos políticos en Bolivia, Ecuador y Uruguay, en realidad no se agotó y la elección de Andrés Manuel López Obrador y el regreso de los peronistas en Argentina son muestra de ello.

“En México tenemos una guerra de clases, en la que la oligarquía se ha opuesto a las transformaciones y no ha aceptado los cambios políticos, sociales y económicos propuestos por el gobierno federal y parte de esa confrontación es el bloqueo de la inversión privada que no ha permitido detonar la inversión pública”, sentenció Guillén.

El doctor Gregorio Vidal Bonifaz, investigador del mismo Departamento académico, recordó que de 2003 a 2010 América Latina experimentó un ciclo de crecimiento económico, que coincide con el distanciamiento de los gobiernos de las recomendaciones emitidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos? (OCDE); sin embargo, de 2013 a la fecha el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de los países de la región ha estado a la baja.

“Los habitantes de América Latina podemos aspirar a transformar de manera urgente la región para mejorar la situación de la gente, pero este cambio no debe ser un hecho técnico, no se trata de aplicar las innovaciones o de modificar la actividad económica, sino que el reto es construir los actores sociales y económicos que permitan el crecimiento, pero quienes conducen los procesos no están a la altura para desarrollar nuestras economías”.

El doctor Sergio Cámara Izquierdo, investigador del Departamento de Economía de la Unidad Azcapotzalco, advirtió que el capitalismo se encuentra en una fase crítica profunda que va más allá de los efectos de la baja de los precios del petróleo y el COVID-19, ante la cual el gobierno de México busca establecer una economía más igualitaria, centrada en programas sociales para mejorar las condiciones de vida de la población más desprotegida.

“La nueva ola de gobiernos progresistas en nuestro hemisferio debe ser más audaz para alcanzar logros que beneficien a toda la población, aprovechando el declive hegemónico de Estados Unidos a nivel global”, concluyó, en el acto auspiciado por el Departamento de Economía de la Unidad Iztapalapa y la Sociedad Latinoamericana de Economía Política y Pensamiento Crítico de América Latina (SEPLA).