Por: Redacción 

Por ser un peligro para la población, especialmente la infantil, no es recomendable adquirir artefactos pirotécnicos, conocidos comúnmente como juegos pirotécnicos, porque al ser ilegales carecen de controles de calidad necesarios que los hacen aún más riesgosos sin importar el tamaño, explicó el perito en incendios y explosivos de la Coordinación General de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia capitalina.

Lo anterior, durante una plática organizada por la dependencia con menores de edad y sus padres realizada en las instalaciones de Kidzania, sucursal Cuicuilco, titulada “El riesgo de quemar juegos pirotécnicos en celebraciones”, que se brindó con el objetivo de crear conciencia del peligro y las consecuencias de la adquisición y uso de estos productos, tanto para su integridad física como patrimonial.

Además de subrayar el impacto que ésto genera en el medio ambiente, toda vez que dichos artefactos emiten grandes cantidades de contaminantes e incluso producen mucha ansiedad a los animales, quienes son sensibles a este tipo de detonaciones

De manera sencilla y amena, el especialista explicó al auditorio los diferentes riesgos a los que pueden quedar expuestos al manipular este tipo de mercancía, adquirida por la ciudadanía para conmemorar fechas o acontecimientos simbólicos como las tradicionales fiestas patrias en el mes de septiembre.

Detalló cómo una simple chispa, emanada de las tradicionales luces de bengala, que suelen ser utilizadas por los más pequeños del hogar, pueden provocar graves daños, ya que son capaces de generar flamas más potentes que las de un corto circuito.

“El tiempo en que se propaga el fuego, a partir de una simple centella, varía dependiendo de las condiciones en que se genere, pero en promedio es de 35 a 40 segundos. Los meses del año con mayores incidencias de este tipo son septiembre y diciembre, y en cada uno se pueden llegar a trabajar entre 40 y 50 investigaciones periciales”.

El especialista destacó el trabajo de la PGJ capitalina, al dar intervención, de forma oportuna, a peritos cuando se suscita un incendio o explosión, así como abrir una carpeta de investigación en caso de que haya sospechosos o se encuentre a personas en posesión de explosivos, debido a que hay una ley que regula la elaboración, comercio, portación y uso de éstos.

La Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos es la que permite un castigo a quienes hagan uso de este tipo de artefactos sin tener un permiso, por esta razón recordó que la venta de los mismos puede constituir un delito.