Por: Gabriela Espinoza

La Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) lleva a cabo las XVII Jornadas de Etnohistoria, que organiza la licenciatura de Etnohistoria cada dos años, con el objetivo de dar a conocer las investigaciones antropológicas e históricas que realizan los alumnos con el apoyo de sus maestros.

En la mesa “La Antropología Social Mexicana en el proyecto de integración Nacional, 1934-1976”, moderada por Doctor José Martín Felipe González Solano, la alumna Guadalupe Paloma García Martínez habló acerca del Teatro Petul y su importancia como elemento en la Antropología Mexicana en el estado de Chiapas.

De acuerdo con la investigación que realizó la escritora, Rosario Castellanos informó que el teatro guiñol de los años cincuenta se adaptó tanto al tzotzil como al tzeltal, con el propósito de inculcar a las personas símbolos de identidad y de nación con obras como Benito Juárez, La bandera, Lázaro Cárdenas, otras obras de salud pública como Vamos a vacunarnos.

“El teatro Petul cambio la ideología indigenista y de los mismos antropólogos, al estar apoyado por el Instituto Nacional indigenista. Aunque fue un medio de comunicación para integrar a la nación y dar a conocer la igualdad entre todos, no cabe duda que también fue un medio de manipulación de lo que se debe hacer”, finalizó.

En tanto, el alumno de la misma licenciatura, Rafael Ramírez Zaldivar, retomó el tema de La Escuela Rural Mexicana, que ha sido manejada bajo una política de estado nación, que establece una misma identidad nacional, donde cada uno de los integrantes y comunidades del país se identifican con el símbolo de lo mexicano, aunque los indígenas tengan una cultura o ideología diferente.

Comentó que este sistema empezó a implementarse por medio de los maestros rurales, que no han tenido apoyo gubernamental, debido a que la estructura de la sociedad ha servido para la explotación de sus territorios. Las instituciones encargadas de los recursos públicos y el estado de derecho para el bien común, pierden la conexión de cualquier acción gubernamental, al distanciarse de cada región, debido a que no existe interacción alguna con las regiones culturales de México.

También señaló que las escuelas rurales mexicanas se hicieron para establecer una conciencia de clase, sin embargo, son un peligro para los gobiernos liberales, no les dan mayor autonomía a los indígenas, porque  si no, no tendrían ejército de mano de obra, por lo que  los han reprimido y han hecho todo lo posible por extinguirlas.

Concluyó que aunque hay lingüistas, antropólogos y etnologos, éstos no permanecen el tiempo suficiente para hacer una buena gestión intercultural.

En la mesa también expusieron Samanta Selenne Cisneros con el tema Vanconcelos, impulsor de las misiones culturales; Levi Aparicio Hernández acerca del Proyecto de integración nacional y la acción indigenista y Juan Pablo García Urióstegui acerca del ¿Día de muertos una celebración indígena? El Indigenismo y su papel en la Identidad Nacional.

A pesar de que los estudiantes se han quejado porque las XVII Jornadas de Etnohistoria no han tenido la suficiente difusión, las ponencias retoman temas que son importantes que dan a conocer más sobre el pasado de México, además son gratuitas.

Las mesas de debate se llevarán a cabo hasta el viernes 25 de septiembre en el Auditorio Román Piña Chan, que se encuentra en la Escuela Nacional de Antropólogia e Historia, ubicada en Periférico Sur y Zapote sin número, colonia Isidro Fabela, en la delegación Tlalpan. Consulta el programa en: http://etnohistoriaenah.blogspot.com/2015/09/xvii-jornadas-de-etnohistoria-cartel-y.html

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